14 - La Tierra

73 26 2
                                        

La Tierra está condenada. Los que quedan intentan buscar una solución, una salvación. Tienen suerte, por ahora la oscuridad es caótica, no está organizada. Parece que solo quiere infectar, destruir y someter sin un plan establecido. Es un acto de provocación, para intentar que ella, La Luz, venga, sea como sea.

El grueso más grande de la humanidad se ha reunido en el área donde están las puertas, las que crearon jugando a ser dioses. Esas puertas que trajeron la perdición, son el intento de solución desesperada para la humanidad. Hay tres puertas pequeñas repartidas por la región y una enorme. La enorme estaba pensada para que transportes de tamaño considerable pudieran traspasarla. Tiene una altura de ciento cincuenta metros y más de cincuenta de largo. Está situada en una estación de gran tamaño, al aire libre. Esta infraestructura se ha ubicado de forma intencionada al lado de un lago, usado para amortiguar y descargar los enormes desprendimientos de energía cuando está en uso.

Todos los ejércitos que quedan se han agrupado aquí creando un perímetro grande, defienden a la humanidad que consigue llegar de la oscuridad caótica, mientras se busca una solución, mientras se busca sobrevivir. La humanidad que aguanta dentro del perímetro es mucha, pero es un porcentaje muy pequeño de lo que ha sido, la purga ha sido enorme.

Muy cerca de la estación de la puerta grande, a menos de un kilómetro, está la estación de observación. Esa estación es la clave del uso de las puertas, se usa para moverse por un mapa de vacío inmenso. El vacío es infinito, y se mueve constantemente, buscar algo sin saber a dónde ir roza la absoluta imposibilidad, pero los humanos no desisten. Argus es el científico en cabeza. Aunque es joven, es brillante en su campo. Él y su equipo casi no salen de la central de observación.

—Es imposible, no encontramos nada. —Anna se levanta, a despejarse.

Argus sigue mirando, y de repente, ve algo en la pantalla. El vacío se mueve, y, como si hubiesen abierto un camino, como si lo hubiesen añadido, se ve, un mundo, con una luz especial, como un faro en la oscuridad. ¿Cuál era la probabilidad?

—¡Venid!, ¡rápido! —Argus llama a todos, comienzan a medir. Cuando reciben los parámetros los analizan.

—Parece perfecto...

El lugar estalla en gritos, abrazos. Uno del equipo grita para callar a todos. Mueve el mapa, y se lo muestra a los demás, el camino que ahora está abierto, pronto se cerrará, tienen que darse prisa.

—Si perdemos esta oportunidad, pasarán bastantes años, tendríamos que hacer cálculos, pero según este procesamiento serían unos 2558 días. —Anna no ha perdido el tiempo y calcula a toda velocidad.

—Veintiún años... Tenemos que darnos prisa.

Argus apunta las coordenadas de todo para llevarlas a la puerta, para abrir allí el camino. Todos corren a informar, prepararan una sonda, pero cuando la mandan, pierde conexión, allí no funciona la electricidad. No hay tiempo, así que un equipo de exploración entra, y confirma que el destino es bueno, por lo menos, a priori. Toda la humanidad de la zona se alborota, se aglomera, se organiza para pasar. Tienen menos de un día, no perderán el tiempo.

La oscuridad se ha enterado. Ahora sí se organizan. Atacan. Los ejércitos aguantan, lo que pueden. Lo que más está destrozando a las defensas humanas es la enorme capacidad de infección que tiene la oscuridad, que parece brotar de repente en la mayoría de la gente. Los que aguantan la infección, los que son más luz que oscuridad, siguen peleando el tiempo que les queda. Van cayendo, héroes anónimos, héroes que nadie ve. La oscuridad avanza hacia la puerta central, a seguirles, a buscar a La Luz, saben que la provocación ha sido escuchada, La Luz se ha expuesto.

Ya no quedan humanos en la estación, han pasado todos menos los que están peleando, los que aguantan. El único humano en el terminal de la puerta es Argus. Observa desde la distancia, cómo infinidad de demonios avanzan hacia él. Cierra el portal, cambia las coordenadas y destruye el papel donde las había apuntado.

Hijos de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora