Forever Together (Percabeth)

Capítulo 12 PoV Annabeth:

Al llegar al campamento, aun estaba tan feliz que me sentía una completa estúpida.

Bajamos del auto y tras cruzar el pino de Thalia, todos, absolutamente todos estaba allí, esperandonos.

Entre abrazos, sollozos y alguno que otro golpecito de parte de la caballa de Ares, pasamos atravez de la multitud.

Todos volvieron a su cabaña y Quirón nos felicitó. Según me contó, Percy se lo dijo, y se encargo de que ahora, todo el campamento lo supiera y nos prepararon están gran sorpresa.

Percy tomo mi mano y decidimos dar un pequeño paseo por la costa.

Hablamos acerca de todos los momentos que estuvimos juntos.

Cuando fuimos a aquel parque acuático en Denver, la primera vez que le tome la mano cuando viajábamos por el inframundo, el día en que me abrazó y consoló en una burbuja de aire dentro del mar de los mounstros, cuando fue en mi búsqueda después de ser secuestrada por una manticora, nuestro primer beso en el laberinto de Dédalo, y sin duda el beso submarino después de la batalla de Manhattan.

Cuando desapareció, y fue al campamento Júpiter,la vez que dormimos en las caballerizas en el Argo ll, el momento en el que caímos al Tártaro, las horribles cosas que pasamos allí abajo, pero también lo bueno y sin duda la noche en que nos quedamos viendo las estrellas después de dejar a Bob, en fin un millón de cosas.

Nos sentamos en la arena y recargue mi cabeza en su hombro.

-¿En qué piensas?

-En nuestro futuro, Percy.

Beso mi frente, con ternura, y bajo hasta mis labios que presiono con fuerza. Me fue empujando hacia la arena y después paso su mano a lo largo de mi muslo, arrastrando hacia arriba el vestido y entrando asi entre la tela y mi piel. Mientras que yo ya había desabotonado la camisa y le daba mordidas a sus labios.

Pero recordé que estábamos en un lugar poco privado, que había gente quizá esperándome (como Malcom) y estaba algo incomoda.

-Percy...

-Hmmm

-Creo que es suficiente. Tenemos que volver.

Miro su reloj, se levantó y me ayudo a hacer lo mismo.

-Son las 11:40, tienes razón.

Tomo mi mano y me llevo hasta mi cabaña, donde me beso y dijo:

-Buenas noches, Señora Jackson.

-Duerma bien, Señor Jackson.

-Claro, soñaré con usted.

Y se fue.

Sentía aun el calor del beso y ese inigualable cosquilleo en los labios. Despertando del pensamiento, entre a mi cabaña, que tenia todas las luces apagadas. Todas excepto la lámpara de Malcom quien leía un libro.

-¿Por que tardaste tanto?- me dijo sin levantar la vista del libro.

-Estábamos charlando.

-Ah claro, y por eso tienes corrido tu labial y desacomodado el vestido.

-¡Malcom! Solo me caí- y comencé a acomodar el vestido

-¿Y el labial?

-¿Que te importa si me besó o no?

-Bueno, espero que solo te haya besado.

Malcom era un maldito entrometido, estaba agotando mi paciencia.

Me fui a mi cama hecha una furia, y dije con esepticismo:

-Buenas noches.

Me heche la sabana encima y me olvide de él.