Capítulo 32 PoV Annabeth:

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El Sol se oculba ya entre los altos edificios de Nueva York.

El clima comenzaba a cambiar. La cálida brisa del viento, se volvía más fría. Más otoñal.

Mi cabeza estaba sobre el pecho desnudo de Percy, donde podía escuchar claramente sus latidos que desaceleraron con los minutos.

Con su dedo pulgar, acariciaba mis caderas mientras yo me ocupaba en tocar su torso y mirar hacia un punto indefinido de la habitación.

-Hey, Annie.

-Hmm-asentí con la vista clavada en la pared.

-Te amo.

-Yo te amo más, sesos de alga.

-Lo dudo mucho, chica lista.

Suavemente se alejó de mi, y se sentó en la orilla de la cama, donde pudo colorcarse su ropa interior y los vaqueros. Se levantó y salió de la habitación, tiempo que aproveche en recoger el desastre de había en el piso. ¿Porqué siempre dejabamos todo regado?

Pensé en ponerme mi ropa común y corriente, que llevaba antes del númerito que Percy me hizo hacer con ese ajustado corssete. Pero recordé que estaba en el baño. Genial.

Creelo o no, aún sentía algo de pena estar desnuda frente a Percy, por lo que tome la sabada y la enrede alrededor de mi cuerpo. Fui dando pequeños saltitos con la punta de mis pies a lo largo de las habitaciones. Llegue, abrí la puerta del cuartito y allí estaba mi ropa.

Encendí la luz, entré y me vestí lo más rápido que pude.

Cuando salí pude ver que Percy estaba en la cocina al parecer desechando las sobras de nuestro romántico almuerzo. Ya estaba vestido y al parecer, listo para salir.

-¿Quieres ir a algún lado, corazón?

-Mmm, no lo se. Tengo un poco de hambre.

Me miró a los ojos y sonrió divertidamente.

-Yo también. ¿Te parece si vamos a Starbucks?

-Claro, perfecto, amor.

Fui a su lado y plante un besito en su mejilla.

               Ω               Ω                Ω

-Un moka y una magdalena de arandanos, porfavor.

-¿Y usted señor?

-Un expresso y un muffin de mora azul.

-Su pedido estará en unos minutos.

Percy tomó mi mano y fuimas hasta los sillones color cafe con el logotipo de la cafeteria.

-Vaya, me dijo "señor"- señaló Percy alzando el meñique de su mano, lo que me hizo reir.

-Idiota-dije entre risas- Te ves mas viejo.

Su sonrisa desapareció.

-¿Enserio?

-No- y me volví a reir, mientras me miraba con fastidio.

-Señor y señora Jackson- se escuchó detrás de la barra.

-Percy ¿por que los pediste asi?

-Calla, eso serás en un mes- me sonrió maliciosamente y fue por los cafés.

Cuando volvió tome el mio mientras él se sentaba a mi lado.

De repente, me perdí entra el diseño arquitectonico del lugar.

Era bello, algo que poca gente apreciaba. Es decir, aquellas estructuras que pueden soportar el pesado cristal con tan solo unas poleas, y además la manera en como le dieron forma a aquella pared, y la ligera y casi nula inclinación del techo hacia…

-Tierra llamando a Annie, ¿me escuchan?

Voltee y lo miré con el más fingido odio que se le puede tener a tu fututo esposo.

-Sesos de alga.

-¿Qué, chica lista?

-Gracias por el café.

Su sonrisa se torció hacia los lados. Y tomó mi mano.

-Ven, vamos de vuelta al campamento.

¡Holiwis!
Ya he cumplido y actualize dos capitulos esta semana. Creo que lo haré los fines de semana, o no se, depende que planes tenga CRUEL para mi. (¿Quién ha leído The Maze Runner?)
Bueno, en el proximo capítulo, ya hay boda *sonrié malavadamente* y tengo planes macabros para el evento.
Chao, los amo.

Forever Together (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora