¡Extra! ¡Extra! Percy Jackson, hijo del dios del mar, ha sido vencido por su suegra. ¡Extra! ¡Extra!
Ay pero que lindo.
Típico. Vas a el Olimpo a charlar con la madre de tu mujer, que es una diosa, y al final terminas semi-calcinado por bolas de fuego que salen de sus manos.
Ah, todo fue de maravilla.
En fin, Annabeth estaba bien, yo estaba bien, el bebé estaba bien, yo comí ambrosía. Cosas buenas.
Pero aun así, quería salir de allí de inmediato.
Así que me levanté y tome la mano de Annabeth, y nos fuimos directo al elevador. Se abrieron las puertas, entramos y ambos nos deplomamos en el piso una vez que las puertas se cerraron.
-Ufff, un día agotador.
-Lo dice quien se la paso durmiendo en el suelo del Olimpo.
-¡Hey! Tu queridísima madre, me quiso hacer una brocheta humana.
Sonrió y desvío la vista a el techo. Dioses, era tan hermosa.
Salimos del Empire State y tomamos un taxi de nuevo al Campamento.
-Aquí-dije
-¿Seguro señor? Solo hay mas que bosque y campos.
-Si aquí esta bien, no se preocupe.
Le pague y bajamos del auto. Pasamos la barrera mágica y nadie nos miraba. Todo era perfecto. Muajajaja, somos malvados.
Pero, naturalmente, yo me encargue de que nos notaran.
Un enorme charco de lodo hizo que me resbalara y que mi trasero hiciera contacto con la fría superficie. Ugh, sucia y asquerosa superficie.
Annabeth río a carcajadas.
-Vamos sigue riendo- dije con fastidio. Ya había sido mucha humillación por hoy.
-Es que tú... El lodo... Jajaja...
Me levanté, y me fuí hecho una furia a mi cabaña. Durante el camino me encontré a Clarisse LaRue, que apesar de los años, seguía empeñándose en fastidiarme.
-¡Que bella mascarilla facial!
-Déjame en paz, LaRue.
-Ay probecita, la pequeña Prissy, me tiene miedo.
Ignoré su comentario y seguí caminando. Desde lo lejos Connor Stoll me gritó.
-Eh Percy, creo que tienes una mancha... En todos lados.
Seguí caminado. Y a unos diez metros de mi cabaña una mano se posó en mi hombro. Me volteé furioso y comencé a gritar.
-¡Que no hay nada mas divertido que...!- Annabeth me miraba con el ceño fruncido y luego dijo.
-No vengo a molestarte, solo te quise acompañar.
-Mmm pensé que eras otra persona. Lamento haberte gritado.
Me sonrió y beso la comisura de mis labios.
-Bueno supongo que hasta luego. Tienes que ducharte y yo tengo que decirle algo a Malcom.
-¿¡Él lo sabe!?
-Técnicamente, él lo descubrió. Tiene derecho de confirmarle que será tío.
No me agradaba mucho la idea de lo que lo supiera particularmente, él. Siempre me había caído mal y creo que yo a él también.
-Bueno, me voy.
Y comenzó a andar. Yo me retiré a mi cabaña y recogí las flores que coloqué en una cesta, guardé la estufa y la manta, y escondí los platos sucios que habíamos dejado. Me dí una refrescante ducha y me tiré en mi cama, cansado. Sentía como si me hubieran estrellado unas 20 veces contra un muro de bronce celestial. Mi piel me picaba, como si esta hubiera sido salpicada por fuego griego.
Me quede allí tumbado, esperando que el dolor pasara. Y mientras miraba el techo azul de mi habitación, mi mente comenzó a trabajar en una genial idea.
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Forever Together (Percabeth)
FanfictionTodos sabemos que ser semidios, no es cosa fácil. Después de que Percy Jackson y Annabeth Chase salvaran dos veces al Olimpo de una guerra destructora era de esperarse que vivirían en paz. Lejos de monstruos, misiones, dioses y titanes. Ser un morta...