Insostenible (hopetaekook)

Capitulo 1:

Taehyung:

Despertó sobresaltado después de que alguien golpeara su puerta con fuerza, miro hacia la pequeña ventana de su cuarto y se levanto de un salto al ver como el paisaje era iluminado por algunos rayos de sol. Se había quedado dormido.
Abrió el primer cajón del único mueble en su cuarto, y sacó su ropa de trabajo que consistía en un pantalón negro y un enorme polo gris. Maldijo en voz baja al quitarse la pijama, ese día estaba haciendo demasiado frío como para solo usar eso. Pero reglas son reglas.

Salió de su cuarto y se dirigió a paso rápido hacia la gran cocina del lugar, está era muy grande pero bastante vieja y tenía un constante olor a huevo podrido que nadie sabía explicar. A los cocineros no les molestaba pues, aparentemente, era bastante leve para los humanos. Mientras que el como cambiaformas no podía ni respirar sin sentir arcadas.

- hasta que se te ocurrió venir- dijo en tono odioso la jefa de cocina, Alissa-

- No volverá a ocurrir- prometió-

- Tenías que estar aquí a las 6 en punto, no a las 6 y diez. Acaso no te hemos enseñado a ser puntual? Le quitas mérito a nuestros esfuerzos, para que aprendas, hoy te quedarás sin almorzar.

- Pero- protestó-

- Pero nada, ahora ve a traer agua. Necesitamos mucha hoy.

Y se fue. Taehyung apretó los labios y fue hacia el almacén de la cocina. Sintió sus ojos humedecerse mientras buscaba un balde lo suficientemente grande para no tener que ir volver muchas veces. Aunque sabía que sería inútil, era evidente que alissa se había despertado de malas e iba a desquitarse con el.
Tomó el más grande que encontró y salió por la puerta trasera al patio en el que se encontraba su pequeño pozo. Odiaba ir a sacar agua, era agotador y le dejaba las manos en carne viva. Estaba seguro de que no lo dejarían parar hasta que fuera de esa manera.

Levantó la cuerda y la ató a su cubo antes de dejarlo caer al fondo y luego jalar. Repitió el proceso hasta que su balde estuvo lleno y regresó a la cocina. Como era de esperarse, volvieron a mandarlo unas cinco veces más. Para ese momento sentía sus manos adoloridas y su estómago dolía de hambre. Normalmente no podía tomar desayuno, y la comida más contundente que le daban tendía a ser el almuerzo. Ahora solo tendría sopa en la cena.

Pensar en él hambre que tenia y que no podría comer hasta la noche provocó que sus ojos volvieran a llenarse de lágrimas mientras se sentaba a orillas del pozo por un momento. Estaba cansado y no quería que lo vieran llorando como un debilucho.

Había momentos en que se sentía solo, lo cual era extraño. Vivía rodeado de personas todo el tiempo y sin embargo, no paraba de sentir un vacío enorme y desolador. Había algo que lo hacía sentir más triste de lo que ya estaba.

Una gota de agua calló al suelo de tierra frente a él y le tomó unos segundos notar que provenía de él. Limpió sus lágrimas con su manga antes de que continuaran cayendo y se levantó. No hacer nada provocaba malas emociones.

O al menos era eso lo que decía Jun antes de mandarlo a hacer otra cosa.

Sacó el balde unas cuantas veces más antes de terminar y llevarlo a la cocina. Si no se equivocaba, ya había llevado más de 20 baldes, era imposible que Alissa necesitara más.

Entró con el balde lastimándole más la mano y lo coloco en la entrada de la cocina. Apretó sus manos en puños mientras esta se dirigía a él, no quería que viera las heridas de sus palmas. No podía darle esa satisfacción.