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«Robin.»

Arabella salió de la habitación, suspiré cansado.

Tal vez le había mentido y el dolor es realmente insoportable.

Una de las enfermeras golpeó levemente la puerta y entró tras ello.

—Joven Robin, una joven desea pasar a verlo.— ¿Una chica?, pero si Bella ya entró...

—Mm...¿podría describirla?.—La enfermera asintió.

—Era rubia y tenía el cabello rizado...también tenía ojos verdes—Oh, la única chica de ojos verdes que conozco es Emily, seguramente Bella la llamo.

—Déjela pasar, ¿vino sola?—negó.

—está con dos jóvenes más—Jack y Mike seguramente.

—¿Podrían pasar los tres?—Se lo pensó unos segundos.

—Tendría que preguntarle a la señorita Arabella, ella es quien está a cargo de usted—Se encogió de hombros y yo asentí.

Espero que esos tres no hayan echo tanto alboroto.

«Arabella.»

—¡Es injusto!, ¿por que quiso verte solo a ti?.—Soltó Emily fastidiada, yo solo la ignore cómo llevaba haciendo desde que llegue a la sala de espera.

De pronto la enfermera que había estado atendiendo a Robin todo este tiempo volvió de su habitación.

—Señorita Arabella, ¿me permite un momento?—Yo asentí y fui con ella, dejando a los otros dos con la rubia que casi tiraba chispas por los ojos.

—¿ocurre algo?.—cuestioné preocupada y ella solo negó con una sonrisa.

—El señor Robin pidió ver a las tres personas que preguntan por el en la sala de espera, como usted es la encargada de sus cuidados debo consultarle antes de dejar a alguien pasar a verlo, ¿que dice?— lo pensé unos instantes, no sabía que esa regla existiese pero es una buena oportunidad para desquitarme un poco con la rizada.

—Solo dejé entrar a los chicos, ¡imagínese con lo prepotente que es la rubia que podría hacerle!—Dije con fingida preocupación.

—Tiene razón señorita, los haré pasar—Se retiro soltando un "con permiso".

Sonreí satisfecha.

Desde aquí escuché los reclamos de Emily, más bien gritos.

Que dulce es la venganza.

«Robin.»

Pasó un rato cuando vi entrar a los chicos a mi habitación, Seguidos por la enfermera.

—aquí están joven, con permiso—Y se retiró sin decir más.

—¿cómo estás viejo?.—Jack fue el primero en acercarse y mirarme preocupado.

—Me duelen un par de cosas pero estoy vivo.—Dije simple, Mike se sentó en la orilla de la camilla.

—¿Como pasó?.—Preguntó.

—Iba a cruzar la calle desde mi casa a la de Bella y no vi el carro, estaba distraído—Explique despreocupado, ambos me miraron con los ojos como platos.

—¡¿y lo dices así como así?!, ¡te arrollo un carro idiota!.—Dijo Mike algo enfadado.

—Lo importante es que estoy vivo.—Repetí, el rubio suspiro, Jack se acercó a mi brazo enyesado.

—Para la próxima traeré marcadores, decoraremos tu yeso—Reí, no me extraña.

—Oh, a todo esto, ¿y Emily?.—Ambos se miraron y de encogieron de hombros.

—La enfermera solo nos dijo que entráramos a nosotros—Respondió el rizado aún viendo mi yeso.

Arabella.

Seguramente ella no la dejo pasar.

Hasta cierto punto me alegra, Emy es realmente exagerada.

Pero por otro lado, es mi amiga, desde pequeños somos inseparables, o era así hasta que conocí a Bella.

Cómo sea, es extraño, tengo entendido que son amigas, ¿por qué no la dejaría pasar?.

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