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《Arabella.》

Después de salir corriendo cobardemente de la habitación de Robin me dirigí fuera del hospital lo más rápido que pude.

Odio esto.

Nunca me había sentido tan rara, es una mezcla de tristeza, decepción, resentimiento y enojo al mismo tiempo.

También mis ojos pican como la mierda y...oh demonios, duele.

Sin darme cuenta pase por fuera de la tienda donde había comprado hace un tiempo.

Algo dulce no me hará mal.

En cuanto entre fui al pasillo de las golosinas y tome unas galletas cubiertas de chocolate y también fui por un refresco de uva.

Al parecer no hay nadie comprando a demás de mi.

En la caja me atendió el mismo chico de la primera vez, pude ver en su gafete que se llama Malcom.

Pague y me entregó el cambio, inconscientemente le sonreí y cuando estuve por salir de la tienda noté que estaba lloviendo.

Y no, no unas simplezas gotitas locas.

Era como si arrojaran el agua con baldes.

Mierda,Justo hoy tuve que ponerme una chaqueta que no servía para la lluvia.

Nota mental; ve el tiempo antes de vestirte.

Suspire, ¿Que démonos hago ahora?.

—Si quieres puedes quedarte hasta que pase la lluvia, no me haría mal algo de compañía—dijo el chico como si leyera mi mente.

Voltee y lo vi con una sonrisa, asentí y me acerqué de nuevo al mostrador.

[...]

—¡A mi también me encanta The black keys!—Lo mire impresionada y emocionada al mismo tiempo, ya había pasado un buen rato desde que la lluvia no paraba y mientras hablábamos de cosas triviales nos dimos cuenta de que cada vez tenemos mas cosas en común.

—Te juro que no puedo creerlo, ¿eres real?.—Reímos mientras comíamos galletas y papitas, me contó que el local era de su padre y que Justo hoy lo había dejado solo mientras iba a hacer unos trámites.

—También The Neigbourhood, tienen un Aura tan...no lo sé, solo me encantan—Okay, creo que acabo de encontrar a mi alma gemela en gustos musicales.

—Wires es mi favorita, tiene un Aura tan...—

—Inquietantemente tranquilizante que no puedes dejar de escucharla?—¿Donde estuvo este chico toda mi vida?.

Además su cabello rizado y cenizo me incitaba a tocarlo, tengo una debilidad por los cabellos y ojos de colores, y él tiene ojos verdes, aunque por sus lentes no se notan tan bien.

Realmente es como el prototipo estupido que siempre considere para mi "chico ideal".

—Ah, realmente eres como un clon mío pero en mujer—Río mientras despeinaba su cabello, acabó de morir.

—Lo mismo estaba pensando, ¿En donde estuviste toda mi miserable vida?—Reímos.

Y por un rato, olvide que estaba hecha mierda sentimentalmente.

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