《Arabella.》Termine de atar los cordones de mis zapatos y procedí a ponerme un suéter de lana, el frío era insoportable y le prometí a Malcom acompañarlo a atender la tienda hoy. En realidad sólo tendría abierto hasta medio día, después de eso nos iríamos a su casa para terminar de ayudar en preparar todo para la noche.
—¿Ya vamos, Belly?.—Asentí y termine poniéndome mi chaqueta, cuando ya estuvimos listos salimos de la casa lo más silenciosos posibles para no despertar a sus padres ni a Drake, su hermanito.
Caminamos hasta la tienda dando pasos lentos, el tomo mi mano calentándola y metí la otra en mi bolsillo.
—Sabes...siempre quise que alguien como tú apareciera en mi vida.—Sonreí al escucharlo, él siguió hablando—Te quiero mucho Belly.—
—Yo también te quiero mucho Malcom, has sido el único capaz de mantenerme en pie con todo esto...en serio, muchas gracias.—Ambos nos detuvimos mirándonos directamente a los ojos, sentí como algunos copos de nieve rozaron mis mejillas y el momento fue sellado con un beso en mi frente por parte de él.
—Apresuremonos, está comenzando a nevar.—Asentí y seguimos con nuestro camino hacia la tienda.
Si soy sincera, realmente esperaba un beso.
《Robin.》
—Mm...Rob, podría saber porque decidiste venir aquí en vez de ir con Arabella?.—suspire por la pregunta de Jack, Bella es tema difícil.
—Si fui a su casa, su padre me dijo que no estaba, que pasaría la navidad con un amigo.—No pude evitar entristecerme un poco al pensar en eso, y sobre todo el preguntarme;
¿Con quien fue?
¿Mike?, la verdad no lo creo.
Pero es la única opción que tengo.
—Malcom...—Murmuró Jack, ¿Malcom?, que nombre más ridiculo.
—¿Malcom?.—Asintió, se levantó rápido de su cama y tomó su teléfono.—¿Que haces?—me hizo una seña para que esperara y me mostró su pantalla, es el Instagram de Bella.
¿Quien es ese?.
Por lo visto borro todas sus fotos y las únicas cinco que tiene ahora son con un chico rubio.
—El es Malcom, su nuevo amigo.—Dijo Jack, tome su teléfono y observe el resto de fotografías.
¡No!.
—Maldita sea...—Suspire y Jack puso su mano en mi hombro.
—Ya se le pasará y hablarán Rob, Bell te adora.—Asentí sin muchos ánimos, no tengo derecho a siquiera molestarme después de lo que vio.—Ahora acompáñame a la tienda, mamá dice que faltan algunas cosas para la noche.—
Dicho y echo salimos en dirección a la tienda más cercana.
En cuanto entramos, nos dirigimos directamente a el pasillo del arroz y las pastas.
—Okay, ya tenemos el arroz, vamos por la salsa de soja.—Leí la pequeña lista y fuimos por el resto de cosas.
—bien, Soja, Arroz, guisantes enlatados y crema batida, ¿es todo?.—Asentí tachando la crema.
Fuimos a la caja, saqué mi teléfono de mi bolsillo pero sentí como Jack paro en seco.
—Rob...un 3312, ahí está Bella.—abrí mis ojos como platos y de inmediato mire hacia la caja.
En efecto, mi Bella estaba junto al rubio en la caja.
Trágame tierra.