EL MEJOR SECUESTRO [TERMINADO]

Capítulo 6

Capítulo 6

La mujer que estaba a su lado no supo que decir, aquellas palabras le resultaron muy románticas, pero le era difícil de creer, quizás él decía la verdad, pero también cabía la posibilidad de que estuviera mintiendo ¿Qué haría si se enamoraba de aquel hombre y luego él mostrara su verdadero rostro? No quería involucrarse más, no quería sufrir después, habían follado quizás lo necesario, y era momento para que cada uno siguiera con su vida, ella trabajando en una oficina como secretaria y él trabajando en quien sabe qué, ni siquiera sabía a qué se dedicaba.

—No quiero estar contigo —Con todas sus fuerzas tuvo que decir aquello, ya que no podía negar que aquel hombre si le daba miedo, o quizás no era miedo, sino más bien que le tenía respeto, era muy alto, fuerte y se sentía tan seguro de si mismo que la hacía sentir más pequeña de lo que era.

—Resulta que yo no te estoy preguntando si quieres quedarte conmigo, te quedarás y fin de la discusión.

Trajeron el desayuno, ______ no quiso comer nada, todo su apetito se había esfumado en un santiamén, él la miraba, quería gritarle que comiera de una vez por todas, pero si lo hacía, más se asustaría ¿Cómo demonios la iba a convencer de que ella le encantaba? Era hermosa, perfecta y solamente había sido de él, quizás era del siglo pasado su pensamiento, pero siempre había querido ser el primero y el único en la vida de su futura mujer, no quería a una mujer que ya había estado con otro, no le interesaba ser el segundo, él solo quería ser el primero y el único en todos los malditos sentidos.

—Iremos a mi empresa —Dijo rompiendo el silencio.

—No quiero ir, no me siento bien.

—No sé porque te empeñas en arruinar este día, fuiste perfecta a la hora de despertarme —_____ se sonrojó por aquello. —Más tarde iremos de compras, elegirás ropa nueva y luego iremos a ver a tu mamá.

—¿Tú como estarías si estuvieras privado de tu libertad?

—Bueno, si me secuestra una hermosura como tú, estaría feliz. —Se levantó molesta y corriendo se fue a la habitación, por suerte sabía muy bien donde quedaba. Jimin no pudo evitar molestarse por su actitud, pero no quiso seguirla, era un verdadero demonio cuando se molestaba, prefería calmarse y no gritarle a su hermosa mujer.

Pasó cerca de media hora cuando ya se había controlado, o al menos cuando ya no estaba tan molesto, sus trabajadores sufrieron su enojo, pero Jimin prefería aquello a gritarle a su preciosa mujer. Subió hasta su habitación, ella estaba sentada en la cama mirando hacia el suelo, se escucharon unos sollozos y rápidamente se acercó a ella.

—Belleza, no llores —La obligó a mirarlo y secó sus lágrimas. —Vamos a mi empresa, si no te das el tiempo de conocerme, no sabrás nunca a que me dedico.

—Tú no entiendes que no quiero estar aquí.

—Tienes miedo, que es distinto —Se acercó a sus labios y la besó, de cierta forma quería demostrarle que todo estaría bien. —Vamos, belleza.

—Tengo hambre —Susurró algo tímida, hace muy poco no había querido comer, pero nuevamente le bajó el apetito. —¿Puedo comer algo?

—Eso no debes ni preguntarlo. —Le extendió su mano y ella la aceptó, en ese instante el aprovechó para estrecharla contra su cuerpo y nuevamente la besó. —Por cierto, no me gustó que me dejaras solo, no lo vuelvas hacer.

—Lo siento —dijo arrepentida.

—No te preocupes, vamos a que comas algo y luego me acompañas a mi empresa.

Nuevamente le prepararon el desayuno, comió a gusto y Jimin no pudo dejar de mirarla, de vez en cuando sonreía, no sabía que le hizo esa mujer, lo traía como un loco.
Subieron al increíble auto que él poseía, se sentía intimidada, quería bajarse y refugiarse en la habitación.

—Te noto tensa, ¿Estás bien?

—Si —respondió sin mirarlo.

—Ponte el cinturón de seguridad, no quiero que mi nena se lastime. —Dios, todo lo que él decía le parecía tan romántico, sentía cosas en su estómago, pero no quería ilusionarse, quizás a cuantas mujeres le decía lo mismo.

Se puso el cinturón de seguridad y él arrancó. Tardaron cerca de media hora en llegar, bajaron del auto y él tomó su mano para subir al ascensor, puesto que estaban en el subterráneo.

—¿Qué te sucede, belleza? —Lo miró y negó con su cabeza.

—Nada, estoy bien.

Jimin la besó apegándola a su cuerpo, se sentía en el mismo cielo con esa mujer.
Llegaron a su destino y las puertas del ascensor se abrieron, él caminó con autoridad tomando la mano de ______, todos lo saludaban, pero él no respondía a aquello, cosa que de cierto modo hizo sentir mucho más incomoda a _______. Entraron a una oficina, era grande e increíble, mil veces mejor que la de su jefe.

—Bien, belleza, esta es mi empresa.

—¿Por qué no respondías a los saludos? —Preguntó ignorando lo que él le había dicho.

—¿Para que los tengo que saludar?

—Por educación, el saludo no se le niega a nadie ¿Acaso los ves en menos solo porque trabajan para ti?

—Eres la primera que me dice esto y no me gusta.

—Me da igual si no te gusta, supongo que si nadie te ha dicho esto es porque te tienen miedo.

—¿Entonces tú ya no me tienes miedo? —Ella suspiró.

—Si, algo, pero no podía quedarme callada ¿No eres su jefe? Muestra algo de respeto por la gente que trabaja para ti.

—Pero que mujercita tengo —Se sentó detrás de su escritorio y la llamó para que se sentara en sus piernas, ella obedeció a los pocos segundos. —Intentaré saludarlos de ahora en adelante, te lo prometo.

—¿De verdad?

—Si, solo porque tú me lo dices —______ sonrió y no pudo evitar besarlo.

Poco a Poco sintieron como la temperatura de sus cuerpos aumentaba, él se puso de pie y tiró a un lado todo lo que había en su escritorio para sentarla en este, bajó de su boca a su cuello, ya quería tenerla desnuda para deslizarse muy profundo en su interior, pero en aquel momento tocaron la puerta y sin esperar respuesta alguien entró.

—Cariño —Una voz femenina había interrumpido. —Oh, disculpa por interrumpir, no sabía que estabas con otra de tus amantes ¿Es nueva?

______ quedó en shock ¿Otra de sus amantes? Dios, él solo la estaba utilizando.

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