invitación a pecar #wattys2018

Tranquilidad

Salimos de la universidad para  irnos a cenar juntos y conversar que vamos hacer con esto que nos pasa y que es inevitable esconder para ambos. Subimos a su auto no hay nada de tensión entre nosotros sin embargo yo me siento un poco tímida después de lo que hemos pasado. Llevamos unos 5 minutos de camino sin que hablemos, estoy pensando en tantas cosas, me siento feliz por la confesión de David, pero también me siento temerosa con respecto a que pasara con nosotros.

- Porque tan pensativa niña?- rompe mi burbuja de pensamientos caóticos, al preguntarme

- En todo- le responde escuetamente

- Que es todo?- sigue interrogándome

- Me siento insegura David- le respondo

- Perdóname carmín, perdóname por todo el daño que te causo- no siento ganas de responder, llegamos a un restaurant bastante bonito, el como siempre se porta como un caballero abriéndome la puerta del auto y ayudándome a salir.

El lugar se llama boga, es algo elegante para lo que frecuento sin embargo no es tan ostentoso como los otros lugares que se David frecuenta. La chica de la entrada nos ubica en una mesa para dos y nos proporciona dos menús, la verdad yo si tengo mucho apetito, después de todo lo pésimo que me sentía no me daba ni un tantito de hambre y ahora con esto mi estómago está desesperado por comida. David ordena una canasta de alitas picantes y una ensalada cesar, (me extraña su elección), y pide una coca cola, por mi parte yo ordeno una hamburguesa doble carne, extra de papas fritas con queso cheddar y aros de cebolla, y una coca cola extra grande (después de comer seguro no me va querer besar).

- No soporto que te alejes de mi- me dice David mientras me toma la mano.

- No me dejas más opción- le digo subiendo la mirada a sus ojos- porque me ocultaste que te ibas a comprometer, cuando pensabas decirme que te casarías?- le pregunto finalmente

- Ese compromiso existía mucho antes de encontramos carmín, solo que no se había hecho oficial por decirlo de alguna manera, estaba esperando el momento adecuado para decirlo, temía mucho tu reacción- me rio, por lo descarado que me parece su respuesta

- Es en serio David, cuál sería el momento adecuado, cuando te hubieses casado ya- me controlo un poco para no alterarme

- No comprendes lo mucho que me importas princesa-

- A veces es difícil comprenderte- le respondo, nos interrumpe la mesera que trae las bebida y como entrada unas cotufas que lucen suculentas. Al retirarse la chica comienzo a tomar cotufas y a mirar de manera retadora a David.

- En serio no quiero perderte- me suelta David

- Y que pretendes cariño mío, que sea tu amante indefinidamente- le respondo con todo el sarcasmo del mundo

- No vuelvas a decir eso, nunca has sido ni serás una amante para mí, te prometo que voy a solucionar todo esto, solo te pido tiempo carmín.- sé que suena lo más cliché que dice cualquier hombre que no pretende dejar a su novia, pero no me importa decido que voy a creerle, así sea por última vez, pero esta vez le creeré.

- Al finalizar este año la carrera tengo pensado irme a Los Ángeles, contigo o sin ti.- le puntualizo, contándole finalmente mis planes y tomándolo por sorpresa.

- Wow, no esperaba que tuvieses esos planes- se rasca el cabello mientras yo doy un sorbo a mi coca cola- está bien me queda tiempo suficiente para solucionar todos mis asuntos- me sonríe- iré contigo.- solo eso necesitaba escuchar, mi sonrisa llena mi cara, me acerco hasta él y lo beso, lo beso con amor, con ganas, quiero creerle, quiero pensar que no es mentira, que esta ultima oportunidad será la de verdad. La mesera interrumpe nuestro arrumacos con la llegada de la comida, al ver la comida recuerdo que casi olvidaba el placer de comer, me incorporo en mi lugar.