Capítulo 28

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Sophia.

¿No les pasa que aveces les da miedo estar feliz? No me malinterpreten es solo que mi vida habia sido un fiasco desde que tenia memoria, entonces hoy me encuentraba feliz, realmente feliz. No creía estar alguna vez así, estaba desconfiando en que si pasaría algún tornado por aquí a arruinarlo todo, la psicóloga me había dicho que era normal mi pensamiento ya que la vida me había dado de patadas, pero que tratara de pensar positivo, pues la vida no era perfecta; siempre habrián dificultades y tropiezos en la vida, lo importante aquí era tener el valor de afrontarlos con madurez.

Andru se metió en mi casa y la invadió completamente, trajo su ropa poco a poco y cuando quise darme cuenta ya no se había querido ir más, había arreglado la casa y tambien habíamos discutido un par de veces porque me tenía cansada de estar prohibiendome cosas, me sobreprotegía y me trataba como a una niña, claro que también debia decir que me consentía en todo.

Lo estaba viendo por medio del espejo mientras colocaba su traje de noche, se puso su corbatín finalizando con un guiñó de ojos al ver que lo observaba, se veía atractivo con su cabello peinado hacia atrás, me sacaba dos cabezas, era un hombre muy apuesto y era mio, solo mío.

-Te ves hermosa- dijo girándose y acercándose para darme un beso en los labios.- no quiero que te separes de mí en ningún momento ¿me entiendes?- dijo acariciando mis mejillas, sonreí.

-Estoy embarazada Alex, por favor ...

-¿Y qué?- dijo frunciendo graciosamente el ceño, me hizo recordar nuestra primera pelea de niños.

-Estoy como una vaca, yo soy la que quiere que no te separes de mí ni por un momento Alejandro Aristizabal.

Me coloqué un poco de labial ya que Andru me lo habia quitado y me di un último vistazo.

Tenía un recogido alto, unos bucles caían a cada lado de mi rostro y se veía muy bonito, tenía un vestido verde esmeralda un poco escotado en la parte superior que hacia ver mis senos majestuosos.
Andru se habia opuesto a que lo llevara, pero no le hice caso. Para mí era perfecto, pues de allí para abajo era holgado y no estaría mi bebé apretado, llevaba unas sandalias con un tacón bajito, ya que no era muy amiga de ellos y un maquillaje de noche, me veía distinta.

-Seras la mujer más sexy que habrá en la fiesta - me susurró al oído y me sonrojé.

-Ya-ya- v-vamos.-estupido Andru.

-Amo cuando te pones nerviosa- me dio una suave palmada en el trasero mientras huía de su acoso.

-¡Andru!- el estalló en una carcajada por mi reproche.

*****

Celebrabamos el compromiso de Felipe y Mary quienes habían decidió casarse el año entrante, todos estábamos muy contentos de su nueva unión, ambos se merecían el uno al otro.

La fiesta fue llevada en su casa, específicamente en el jardín delantero.

Mary y Felipe recorrían todo el lugar con una gran sonrisa en la cara, se les notaba cuanto se amaban. Andru no me había propuesto que me casara con él, en realidad no me importaba solo quería que estuviera siempre a mi lado, no era como ese tipo de mujer para la que un anillo significaba todo, era más el tipo de mujer que se bastaba de pequeños detalles con los que un hombre pueda demostrar su amor, jamás lo presionaria... Si más adelante el me lo pedia,entonces pasaria. Porqué el era con quién deseaba compartir todos los días de mi vida.

Saludamos a casi todos lo invitados quienes nos miraron sorprendidos y confundidos a la vez, muchas personas no sabían lo que había sucedido entre nosotros.

-Amor, voy al tocador.- siempre tenía ganas de ir al baño con el embarazo, ya que el bebé con ocho meses estaba tan grande que me aplastaba mi vejiga.

-Te acompaño-se ofreció.

-No, cariño espérame aquí, ayuda a tu papá con sus invitados-sonreí comprensiva.

-Está bien, pero no tardes...-me dio un beso posesivo en los labios.

Fuí adentro y me retoque el maquillaje, le sonreí al espejo antes de salir y justo cuando abrí la puerta Emily entró hecha un mar de lagrimas, últimamente nos habíamos vuelto amigas, pero aún así seguía siendo tan reservada y misteriosa como siempre.

-¿Qué te sucede?- dije cerrando la puerta con pestillo para evitar la mirada de curiosos.

-Perdoname Sophia, yo... No tenía opción- Emily bajó la mirada.

-¿Pero porqué?...- pregunté confundida.

Ella abrió la puerta y salió casi corriendo.

-Vez al cuarto de Alex... lo sabras todo- la seguí y alcance ver cómo subía a un auto rojo rápidamente para luego marcharse dejándome intrigada con su acción.

Comencé a buscar a Andru y no lo encontré por ningún sitio, Le pregunté a Mary y Felipe quienes negaron confundidos, entonces las palabras de Em llegaron de nuevo a mi:" Vez al cuarto de Alex".

Entré a la habitación, noté que se filtraba luz debajo de la puerta, abrí despacio y entonces ví como Mara y Andru se estaban besando.

-¿Fénix?- dijo antes de que cerrará la puerta de nuevo y una fuerte contracción me atacara.

Empecé a tomar y botar aire por la boca mientras sentía como un líquido recorría mi pierna.

-¡Fénix! ¿Estás bien?- dijo Andru colocándose a mi lado.

-¡NO ME TOQUES!- no sabía si estaba llorando de rabia o dolor, pasó las manos por su cabello desesperado.

Divisé a Mary y Felipe entrando a la casa y justo me dió otra contracción, ellos cambiaron sus gesto de felicidad a de pánico cuando me vieron sujeta de las escaleras con fuerza, entonces Andru intentó moverme.

-¡QUE NO ME TOQUES!- Mary se tapó la boca sorprendida y Felipe miró a Andru con reprensión.

-¿¡Qué le hiciste ahora!?- se acercó amenazadoramente Felipe a su hijo.

-Olvidalo...- dije llorando -quiero ir a la clínica, el bebé ya viene.

Andru me tomó desprevenida y me cargó mientras yo lo insultaba y pataleaba.

Al salir del jardín todos quedaron viéndonos confundidos, Mary le pidió a Felipe que se quedara y despidiera a los invitados.

Me sentía mal, esta noche debería de ser una de las más hermosas y yo la estaba arruinando, vi como Mara salía detrás de nosotros con una sonrisa de satisfacción y Felipe la logro ver.

-¡ALEJANDRO! ¿QUÉ HACE ELLA AQUÍ?- dijo suponiendo que era ella la culpable de mi estado.

-Te lo explico después papá...- dijo subiendome en la parte de atrás de su auto, Mary me siguió.

Las contracciones eran cada vez más dolorosas y seguidas... sentía que no podía aguantar más.

-Calmate cariño, ya casi llegamos.- lo escuché decirme en voz baja mientras se subía él en la parte delantera y conducía.

Hoy se supone que seria el mejor día de mi vida y el lo había empañado...¿Em que tenía que ver en esto?¿Porqué ella sabía?. Había confiado en Andru y él me había defraudado ¿Besándose con Mara? ¡Dios! Era a ella a quien amaba, solo estaba conmigo por el bebé, solo por él... ¡Oh! Y mi bebé... me tenía tan asustada el hecho de que aún no estaba de tiempo completo y pensar en que algo le pasaría me enfermaba.

Llegamos al hospital y el doctor me envió a sala de parto inmediatamente, tenía miedo, demasiado miedo. El dolor cada vez más era más insoportable, Andru me sostuvo la mano mientras el doctor me pedía que pujara, no se cuánto tiempo lo hice, pero cuando sentí que ya las fuerzas me fallaban escuché su llanto, pero casi al instante mi vista se nublo por el cansancio.

EL DESPERTAR DEL FENIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora