El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)

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Sara Pov

Hoy era el juicio y estaba pendiente de lo que sucedería. Sé que lo ganaran, pero estoy muy nerviosa. Rebecca me permitió ayudar en el caso es por eso que lo siento como mío también.

Pasaban las horas, miraba el reloj constantemente y parecía que no corrían las manecillas. Demonios, solo porque en la oficina tengo mucho trabajo no fui al juzgado, de esa manera no tuviera tanta ansiedad.

Vi, llegar a Lau y corrí, la angustia y la curiosidad me tenían al límite.

—Abogada, dígame que todo salió bien, por favor — me vio con pesadez y suspiró... ay no, eso significa que...

— ¡Ganamos Sarita! Becky lo logró.

Aplaudí emocionada, un nuevo triunfo que se sumada a la lista.

— Me asustó, su mirada me decía otra cosa

— Soy buena actriz, querida — puse mis ojos en blanco

—Ajá — acote

—Sari, te puedo preguntar algo— su tono de voz cambió

— Por supuesto

— Bueno, lo que pasa es... que tengo una amiga, que la amiga gusta de una chica pero la amiga de mi amiga no sabe cómo conquistarla. Tú que eres mujer cómo se te conquistaría — trate de no reír, pero me dio mucha gracia aquel trabalenguas

— Perdone, no piense que me burlo, solo no esperaba tal pregunta. Pienso... que la amiga de su amiga, debería darle flores pero no cualquiera, una que tenga significado. Sería bueno que busque en internet. Por ejemplo a Nat le gustan los tulipanes rojos— No sé, porque siento la necesidad de mencionar los gustos de mi amiga, creo que es una corazonada.

— Oh ¿y por qué?— preguntó, parece que le interesó

—No recuerdo. Pero puede buscar, seguro encuentra el significado

—No es necesario, era simple curiosidad— sonrió

—Claro. Por cierto, dónde está la jefa— No la veía por ningún lado

— Se quedó, apareció la innombrable y se quedaron conversando — no pude evitar sentir una molestia. ¡¿Qué diablos quiere con mi jefa?!

— Ah, entiendo. Regresaré a mi puesto, permiso— la noticia me había bajado los ánimos.

—Te prefiero a ti— escuché de Lau, sonreí por su ocurrencia.

Aunque lo quiera negar, Rebe tiene cierto sentimiento por su ex, lo vi reflejado en sus ojos cuando habló de ella, los ojos nunca mienten, menos esos ojígrises que me encantan. Espero no se deje embaucar por ella, no lo soportaría, sé que no está conmigo, pero el sentimiento si está.

Esperé y esperé, sin embargo nunca regresó a la oficina. ¿Se quedaría con ella?

¡Basta!

No debe importarme lo que haga, es su vida, además está casada. Mierda, por qué me cuesta tanto aceptarlo.

Por poco y me daba contra la pared, hasta que escuché el sonido de mi celular. Lo tome presurosa pensé que sería mi jefa, lastimosamente no fue ella.
Vi el nombre de Alexa.

— Hola— saludé

—Hey, bonita, ¿cómo estas?

—Todo bien, gracias por preguntar, ¿y tú?— pregunté

— Igual. Estaba saliendo de la clínica y pensé en invitarte al bar donde nos conocimos, te apetece.

Estoy segura que salir con Alexa me ayudará a despejar la mente.