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Rebecca POV

Me acerqué y la tome por la solapa de la camisa.

—Cómo te atreves a levantar injurias sobre mi mujer— solté furiosa

—Cálmate, solo digo la verdad — tenía ganas de estamparle mi puño en la cara, pero debía guardar la mesura.

—Mientes. Piensas que todas son iguales que tú, pero te equivocas, mi mujer es incapaz de faltarme como lo hiciste tú.

—Yo nunca lo hice, tú te confundiste

— Eres tan cínica de mentirme en la cara cuando lo vi todo

— Tú no viste nada, bueno lo que viste no era verdad

— Si claro, las dos desnudas en la cama y yo no vi bien. No me creas tan estúpida, Leonellys.

— Vamos a otro lugar y te puedo aclarar todo, por favor—rogó

— Jamás

Me tomo del brazo cuando trate de irme, no pensaba seguir haciendo un show fuera del juzgado.

— Becca, te prometo que después de hablarte, si tú me lo pides me alejo totalmente de ti. Solo quiero una oportunidad, la oportunidad que no me diste en esa época de explicarte cómo sucedieron las cosas— mire sus ojos y, y... Mierda, esa mirada es la misma, es aquella que puso mi mundo de cabeza.

— Por favor— volvió a rogar, con lágrimas en sus ojos

Cerré los míos, y bote el aire contenido antes de hablar.

— Está bien. ¿Dónde quieres ir?— pregunté

— Te parece en mi casa — entrecerré mis ojos— No pienses mal, es que ahí nadie puede interrumpirnos, y además nadie te verá.

Lo pensé un poco, y termine aceptando.

Fuimos hasta su auto, no quería que me vieran en el mío llegando a un departamento desconocido. Ya llamaría a Laura que viniera por el, no entiendo porque ella también tiene llave de mi auto.

En un completo silencio, nos dirigimos hasta su domicilio, después de esto espero no verla nunca más. Sé que cualquier argumento será invalido, yo vi todo bien claro, solo quiero que todo terminé de una buena vez.

Estacionó, y fuimos al ascensor. Su departamento estaba en el último piso.

Dentro de aquel lugar, pude ver su cueva, bueno tan así no era. Colores tenues, todo ordenado, sigue siendo una maniática del orden por lo que veo.

—Siéntate, por favor— habló. La mire de soslayo y me senté

— Dime lo que quieras para poder irme

—¿Quieres tomar algo?— ofreció, ya cree que le voy a aceptar

—Estoy bien. No pierdas el tiempo y habla

—Te urge irte, no es así— la mire a los ojos y asentí

Continuó hablando

—Espero... no me interrumpas, deja que cuente todo. Después me juzgas— rodé mis ojos. Ahora exige

—Como digas— murmure

Leonellys POV

Cómo un malentendido puede arruinarte la vida en un segundo, cuando sientes que nada puede derrumbarte, que has conseguido ser feliz se esfuma todo.

Pierdes al amor de tu vida, tus amigos, hasta tu dignidad se va. Eso es lo que me pasó. Daría lo que fuera para volver a ese momento y evitar lo inevitable.

El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora