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Rebecca POV

Quedé muy sorprendida al ver a Sara, creo que era de las personas que menos esperaba encontrar en un bar de estos.
Igual no me atreví a acercarme, debe tener sus motivos para venir. Es un lugar que todos son bienvenidos.

Laura regresó muy sonriente a la mesa.

—¿Y puedo saber a que se debe esa sonrisa de Wason?

—Estoy feliz, y algo cansada.—   Respondió, recostándose en su asiento.

—¿Y eso?

—La chica con la estuve hablando, se le ocurrió que podíamos ir a los baños, ya sabes, para confraternizar mejor. Y uff, si vieras lo que hicimos.

—No necesito saberlo—Volteé mis ojos — Sabes, vi a Sara.

—¿Sara? ¿El bombón de tu asistente?

—Si, la vi en la barra. Bueno ahora ya no está, seguro fue a una mesa.

—¿Que haría ella por estos lares? ¿Estará buscando probar cosas nuevas?, porque si es así, yo me apunto para mostrarle.

—Laura, ya sabes que con ella no.—me ponía mal, pensar que pudiera estar con Laura.

—Relajate Becky, yo respeto lo que es tuyo.

—Idiota, ella no es mía— quisiera...

No sé que demonios pienso.

—Aja... Uy esa chica de vestidito sensual esta que me mira, ya  vengo no me extrañes.

Y nuevamente se iba dejándome sola, no sé porque acepto sus invitaciones. Preferí ir al baño necesitaba refrescarme un poco.

Con lo que no conté es que me tropezaría con la chica ojos color cielo.

—Sara, ¿qué tal?

—Abogada. Buenas noches—Respondió, entre sorprendida y asustada.

—No estamos en la oficina. Dime Rebecca, me haces sentir incómoda.

—Lo siento, es la costumbre... Rebecca.

Titubeó un poco, pero pudo decirlo. Se escucha bonito mi nombre en sus labios.

Sus labios... ¿A que sabrán?

No sé, porque pienso en tonterías.

—¿Cómo así por aquí?— no pude  evitar preguntar.

—Vine con mi mejor amiga. Estábamos celebrando que conseguí el cargo.

—Es buen motivo para celebrar. ¿Y tu amiga?— no es que sea chismosa, pero quería saber.

—Ahh... Bueno, la verdad se me perdió. Vio una chica y corrió detrás de ella.

—Tu amiga ¿es lesbiana?— debe pensar que soy una metida.

—Si, de ella fue la idea de venir aquí, pero me dejó.

—Si quieres, puedes venir a mi mesa, así celebramos— no se porque estoy proponiendo algo como esto.

—Me parece bien.— No pude evitar sonreír. Y mas cuando ella también lo hizo— Pero primero entraré al baño.

A mi, hasta se me había olvidado que también venía a lo mismo. Entró ella y yo la imité.

Yo me quedé en el lavamanos mojando un poco mi rostro, esa chica me pone nerviosa.
Cuando salió de uno de los cubículos, se acercó a mi, yo solo la observaba; que guapa es. Me sorprendió cuando vi que una mano se dirigía a mi rostro.
Ni si quiera pestañeé, ¿Qué pensaba hacer?

—Perdón, tenia un mechón de cabello en su rostro— yo con mi cara de boba solo pude sonreír y  asentir. Me gustó el contacto de sus dedos en mi rostro. Que suaves eran su manos.

Regresamos a la mesa, y comenzamos una conversación amena, sobre leyes. Si Laura se enterara la regañada que me daría por ser tan ñoña.

—Es bueno tener con quien conversar de estos temas. No a muchos les gusta— mencioné, sin poder dejar de sonreír. Me dolerán los dientes.

—A mi me fascina, y mas cuando la otra persona sabe del tema. Así intercambiamos información que desconocíamos.— Aparte de guapa es inteligente. Que afortunado su novio.

—Estoy de acuerdo contigo. Y hablando de todo un poco. No he visto a tu novio por la oficina, lo digo porque siempre iba a verte. — yo y mi manía de ser chismosa, bueno, solo con ella.

—No estamos muy bien, pero no me gustaría hablar sobre el tema. Vine a celebrar.

Yo y mi lengua. Que idiota.

—Entiendo, perdón por preguntar.

—No se preocupe. Le invito otra ronda de shots.

—De ninguna manera. Yo los invito, tú solo disfruta.

—Pero...— la mire fijamente y entendió que no debía discutirme.

Estuvimos un rato mas, hasta que nos dimos cuenta que nuestras amigas no pensaban regresar. Muy amablemente me ofrecí a llevarla a su hogar, no iba permitir que se fuera sola, admito, que también lo hacia para conocer donde vivía.

—Muchas gracias por traerme. Es muy amable.

—No tienes que agradecer, yo la pase muy bien contigo, aunque no olvido que nos hayan abandonado.— Seguía molesta con Laura.

—Bueno si, igual con su compañía para mi fue suficiente — en ese momento mi corazón latió mas fuerte. No me lo esperaba.

—Cualquiera de estos días se podría repetir. Si así lo quieres— no sé que estoy haciendo.

—Encantada.

Su sonrisa que mostraba es demasiado linda para ser real, siento que podría iluminar el día mas gris, opacar al sol con la luz que transmite ella.

—Bueno, que descanses — Era mejor irse antes de cometer una locura.

Subí a mi carro, y partí rumbo a mi casa. La sonrisa de idiota no la podía borrar aun, no creía  haber coincidido con Sara y además, pasar con ella un buen tiempo.
No obstante, mi enojo por Laura se mantenía y cuando la vea no sabe lo que le espera...  

El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora