Dormiría con Alexa en la misma tienda, era lo único que tenía en mente.
—Por qué no has probado bocado— logré escuchar, después de estar perdida en mis pensamientos.
—No tengo mucha hambre— respondí, el hecho de pensar que dormiré con ella me cerró el estómago.
— Es eso, o cocino muy mal— bromeó Alexa.
Sonreí por su insinuación. Es algo que me gusta de ella, su forma de ser tan genuina y divertida.
—Claro que no, lo poco que probé me gusto, tienes buena mano.
Me miró y sonrió de lado, al comienzo no entendí el porqué hasta que recapitule en mis palabras
Demonios, se escuchó raro.
No aguanté y me destornille en carcajadas al igual que ella, lo que dije no fue con doble sentido. Lo juro.
—Trajiste tu sleeping— preguntó, después de aquel absurdo momento.
—Mi ¿qué?— no sabía a qué se refería.
—Nunca has hecho camping— volvió a preguntar. Me había olvidado contárselo.
Moví mi cabeza negando.
—Bueno, aparte de la tienda tendremos que compartir el sleeping. Lo podemos traducir como un colchón inflable para no dormir totalmente en el suelo.
Mierda, eso me pasa por no investigar lo que se debe traer a un camping
Intente mostrar una sonrisa de seguridad, pero la verdad es que estaba temerosa, nunca he dormido con una mujer... bueno sí, pero no con una que me guste.
—Quita esa cara de susto, que no te haré nada, si tú no quieres — contestó coquetamente.
Su respuesta no ayudó para nada a mis nervios.
Por obra divina apareció Lau y quito la tensión que tenía.
—Provecho, chicas
Las dos agradecimos, aunque ya no estuviéramos comiendo.
—Piensan hacer una fogata— preguntó entusiasmada.
—Es buena idea, solo debemos buscar un poco de madera para armarla— sugirió Ale
Las dos fueron en búsqueda de la leña, yo me quede recogiendo los restos de comida, para almacenarlos en las fundas que habíamos traído.
—Hola. Te ayudo— escuché la voz de mi jefa.
—No te preocupes, ya estoy terminando, pero gracias por el ofrecimiento — agradecí
—Y las demás — las buscó con la mirada.
—Se fueron a buscar leña para encender la fogata— contesté
Asintió
—No se arrepiente de haber venido— no pude evitar preguntar
Lo pensó un poco antes de contestar.
—La verdad no, me gusta estar aquí; al aire libre, buena compañía y... ¡Puto mosco!— insultó, cuando fue atacada por un mosquito en el brazo.
—Perdón por el exabrupto, pero me tomó desprevenida — respondió incómodamente.
Solo pude sonreír, se me hacía tierna verla actuar de esa manera. En la oficina siempre muestra una actitud seria, correcta.
Le pedí que me esperara un momento, entré a la tienda para tomar el repelente, por lo menos eso si había traído.
—Extienda sus brazos— pedí
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El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)
ChickLitEl amor no se debe condicionar por tu género. Todos merecemos ser felices sin importar con quien lo seamos. Rebecca una abogada exitosa y comprometida, conoce a la chica de ojos color cielo, de la cual siente una atracción irreparable. Sara, recié...