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Después de la tensa conversación que mantuvimos las tres llegue a dos conclusiones: Lizzie nos ocultaba información y Minho no lo iba a tener fácil durante un tiempo.
Me costaba no sentirme algo culpable por todo el lío, pero al mismo tiempo no debía, no era mi culpa para nada.

Pasamos la tarde hablando de temas al azar hasta que parecimos llegar a uno que despertó el interés de todas, menos el mío. No comprendía qué había despertado su curiosidad.

—Marta, hace mucho que no nos hablas de chicos o chicas, ¿no hay nadie rondando por tu cabeza últimamente?

Giré mi cabeza hacia Lizzie con curiosidad.

—¿Por mi cabeza? Creo que no, ¿por qué lo preguntas?

—Por nada—negó rápidamente con la cabeza.

—¿Sabes algo que yo no?

Me quedé mirando a Lizzie que apartó su mirada y la misma reacción obtuve de Alice.

—No que yo sepa, pero igual hay alguien del que no somos conscientes.

Parpadeé varias veces considerando esa posibilidad. La verdad sea dicha hacía mucho tiempo que no me fijaba en ese tema, el amor romántico nunca había llegado a mi vida como algo realmente importante. Eso a veces me hacía sentir mal, ¿por qué era incapaz de encontrar alguien que encajara conmigo? A veces pensaba que mi carácter era demasiado fuerte para algunas personas y les hacía verme tan solo como una amiga, o quizás simplemente no tuviera una personalidad atractiva para el resto del mundo; era muy estricta, mis ideales eran algo esencial en mí y si la otra persona no cuadraba con alguno de los principales ya podía despedirse de alguna posibilidad, pero no era algo con lo que estuviera dispuesta a dar mi brazo a torcer, si no encajaba dudaba que yo fuera capaz de soportar a esa persona a mi lado gran parte del tiempo. Era bastante rotunda.

—Espero que no, no me apetece hacer daño a nadie.

Lizzie se apoyó en su brazo mirándome.

—¿Y por qué no en vez de hacer daño te planteas algo?

—Eso no se plantea, llega solo.

—¿Y no has notado nada?—dijo Alice sentándose bien.

—¿Yo? ¿Debería?—la miré curiosa.

Alice negó con la cabeza rápidamente. Mis dos amigas se miraron por un segundo y volvieron a mirarme. Alcé una ceja; algo me ocultaban, pero no iba a insistir, si era algún o alguna pretendiente preferiría no saberlo.

Me estiré sobre la manta mirando el cielo.

—¿Creéis que algún día encontraré alguien de verdad? A veces siento que estoy destinada a estar conmigo misma.

—No digas eso, tía. Estoy segura de que alguien está esperando por ti.

Suspiré y cerré los ojos. Me gustaba escuchar esas palabras, pero era algo muy difícil de creer. A pesar de mi seguridad en prácticamente todo, era demasiado insegura hablando del romance, era escéptica de que en algún lado hubiera alguien que pudiera quererme y aceptarme, sobre todo lo segundo. Aunque aún así me gustaba imaginar un futuro perfecto, una familia al lado de alguien a quien adoro. Sí, así de incongruente podía llegar a ser.
No se me iban de la cabeza unas palabras que me dijo Chris hacía unos días "Nada es imposible solo se hace esperar", quizás tenía razón.

La tarde pasó tranquilamente, hablamos de Alice y Hoseok por vez número diez, su inseguridad era bastante notable, hablamos de cómo debería actuar Lizzie con Minho, qué podría hacer para que todo volviera a la normalidad... Hasta dentro de una semana no podríamos volver a verlos porque debían ensayar y no podíamos interrumpirlos, así que Lizzie tendría tiempo para reflexionar.

{Beautiful Maze}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora