Cuando abrí los ojos me encontré a Lizzie dormida entre mis brazos, exactamente igual que como estábamos cuando cerró los ojos. Siendo sincera no descansé demasiado porque me daba miedo que al dormirme me moviera demasiado y pudiera hacerle daño. Permanecí despierta todo el tiempo por si me necesitaba en algún momento. Hice una señal a Alice para que me ayudara y conseguimos separar a Lizzie y que no despertara. Me levanté, vestí y comí algo antes de salir, pero no demasiado porque tenía demasiada prisa por llegar de una vez.
—¿Qué haces despierta tan pronto? —susurró Chris cuando me vio en la puerta de su piso.
No es que fuera tremendamente pronto, eran las 8 de la mañana, pero para mí estar lista y en un sitio a esa hora era casi un milagro.
—Tenía que verlo ya y como no he pegado ojo pues me he venido antes y así cuando Lizzie despierte ya estoy allí con un poco de suerte.
Chris se apartó de la puerta, pero me frenó cuando estaba a su altura y me miró a los ojos.
—Tienes que dormir, se nota que no has descansado nada.
—Mira quién ha ido a hablar.
Chris frunció el ceño y me dio un golpe con dos dedos en la frente.
—Haz caso a tus mayores.
—Lo haré si me dan un beso —dije con una sonrisa burlona.
Chris empujó la puerta para que se cerrara y me besó dulcemente. Envolvió con sus manos mi cara y cuando se separó juntó nuestras frentes.
—Tío, ya no puede ir uno ni a mear sin que alguien esté en esta casa morreándose con alguien —se quejó Jisung.
Me tapé la boca para no ser muy escandalosa al reírme. Jisung me guiñó un ojo y me dio un abrazo rápido antes de entrar a la cocina.
—Voy a hablar con Minho.
Me dirigí a su habitación, pero Chris me llamó y vi que Jisung también se había asomado a la puerta de la cocina cuando me giré.
—No esperes mucho porque solo nos ha dejado entrar a Changbin y a mí y a Changbin solo porque estaba yo.
Asentí firmemente y me dirigí a esa puerta. Ya había recorrido ese camino en diferentes situaciones, pero sin duda nunca lo había hecho tan rápido. Necesitaba hablar con él ya. Golpeé la puerta varias veces, pero no obtuve respuesta. Tenía claro que no iba a ser tan sencillo, así que estuve dando golpes y llamándolo un rato.
—Pensarás que me voy a rendir, pero no lo voy a hacer. Aquí que quedo hasta que abras la puerta.
Me apoyé en la pared esperando su respuesta, pero, de nuevo, no llegó.
—Yo me daría por vencida. No nos ha dejado entrar ni a nosotros.
Hyunjin se apoyó a mi lado y me sonrió de lado.
—Pero vosotros no sois yo.
—¿Qué tienes tú que no tengamos nosotros?
—No me hagas responder eso —dije con diversión.
Hyunjin me dio un empujoncito con el brazo y rio. En ese momento se escuchó la puerta de Minho abrirse y ambos nos pusimos rectos nada más fuimos conscientes de ello. Llevaba la capucha puesta y ni nos miró cuando pasó por nuestro lado y se dirigió al baño. Escuchamos la puerta cerrarse.
—¿Ves?
—Pues no me voy a quedar sentada esperando. Ya hablamos.
Le di dos palmaditas a Hyunjin en el brazo y me colé en la habitación de Minho. Allí lo único que estaba en su sitio era el lado de Jeongin, la otra parte era un desastre: todo estaba por el medio. Incluso las sábanas estaban hechas una bola en el suelo. Me agaché y las puse sobre la cama, después me senté en ella y observé la triste imagen con detenimiento hasta que la puerta se cerró. Me levanté de golpe y lo vi. Nunca había sentido con él lo que sentí al verlo. Las ojeras se le habían hecho más oscuras, sus ojos estaban inyectados en sangre (por aguantar las ganas de llorar sin ninguna duda) y todo su cuerpo tenía marcas de derrota. Solo con que pusiera un pie en la habitación podía sentir ese halo de autodestrucción que lo rodeaba. Avancé a largas zancadas y lo abracé con fuerza. Minho se dejó abrazar, pero no lo correspondió, cosa que hizo que aún lo apretara más. Cuando me separé sujetándolo por los brazos él me miró directamente a los ojos y sonrió con tanta tristeza que solo quise abrazarlo de nuevo.
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{Beautiful Maze}
Fanfiction"Ella no era como todo lo que había conocido hasta el momento: ella era complicada. Su cabeza iba a una velocidad pasmosa que conseguía sorprenderme siempre. Su interés por aprender y su hermosa mente me hicieron quererla como nunca había querido. E...