{Beautiful Maze}

{26}

Arrastré el carro sin libros hasta el lado del mostrador para que no molestara y me puse tras el mismo con Axel.

—¿Y cómo lo hace? —Me dijo con diversión.

—¡Axel! —Lo dije demasiado alto y me obligué a bajar la voz, al fin y al cabo estábamos en una biblioteca—. No te voy a decir eso.

—No te pido que me des detalles. Solo dime: ¿estás satisfecha?

—Bastante. —Sonreí divertida.

—Uuuu. Algún día quiero conocerlo, ¿me dejarás?

—Algún día. —Asentí y le sonreí.

De repente dos manos dieron un golpe en el mostrador justo delante de mi cara y yo di un respingo por el susto.

—Marta. —Me llamó Jongsu.

—Te mato. Casi me da algo. —Me llevé una mano al pecho y noté mi corazón latir con fuerza.

—No seas dramas. Hola, Axel.

—Hola, Jongsu.

—Vengo a hacerte una propuesta que no vas a poder rechazar.

—¿Ya quieres liarme para salir de fiesta? —dije mientras cogía un libro que habían devuelto y con el código lo buscaba en el archivo.

—Sí, pero no puedes decir que no.

—¿Y por qué no? —Alcé la mirada.

—Porque esta vez tengo convencido a todo el mundo menos a ti.

—¿En serio? —dije incrédula.

Normalmente las chicas estábamos siempre dispuestas a salir de fiesta, pero convencer a Byeongho y Seongjin era casi tarea imposible.

—Muy en serio.

—¿Pero cómo?

—No te lo voy a decir, pero te puedo asegurar que es verdad. ¿Vienes entonces?

—Venga, vale. Esta oportunidad es única.

—¡Sabía que podía contar contigo!

—Shhh. —Se escuchó de una mesa cercana.

—Lo siento —dijo en un susurro y me miró de nuevo con una sonrisa radiante, después se dirigió a Axel—: Tú también puedes venir si quieres, tío.

—¿Por dónde estaréis?

—Seguramente iremos a Hongdae, al club este de la última vez.

—Perfecto, esta noche yo he quedado con los de mi clase por ahí, a ver si puedo pasarme un rato.

—Ese es el espíritu. —Alzó un puño en victoria y después me miró a mí—. Cuando salgas entra al grupo y ves cómo hemos quedado.

—Eso haré, ¿ahora puedo seguir trabajando?

—Sí, mi reina. Te dejo trabajar. —Hizo una reverencia teatrera y salió corriendo mientras reía entre dientes antes de que pudiera darle un golpe como pretendía.

Axel y yo continuamos trabajando después de esa pequeña distracción durante aproximadamente dos horas y cuando nuestro turno terminó salimos de allí disparados debido a los planes que a ambos nos habían surgido. Cuando llegó el momento de separarnos nos despedimos rápidamente y después yo casi corrí a la residencia para que me diera tiempo de ducharme, cambiarme de ropa y maquillarme un poco, aunque sabía que aún me quedaba bastante hasta que fuera la hora a la que había quedado con Seongjin.

Una vez en el piso, tras poner más comida a Haku, me metí en la ducha y el agua caliente relajó considerablemente mis músculos. Esos ratos eran casi el paraíso y después de un día de universidad me relajaban soberanamente. Lo que más me gustaba de mis momentos en la ducha era cuando me daba por inventarme historias o incluso recordar cosas que me habían pasado, era casi como un instante íntimo. Esa vez mi mente voló por diferentes lugares, pero inevitablemente terminó en el que más había visitado durante la última semana: cuando conté a mi madre la verdad. No es que hubiera sido un momento traumático o algo así, pero soltar algo que había tenido tanto tiempo atascado me liberó a la vez que me dolió.