Venezuelan Girlfriend ; DALLAS.

Capítulo 46

Valeria.

Desperté con el brazo de mi prima rodeando mi cuello, casi que ahorcándome. Justo ahora me arrepiento de haberme quedado a dormir en el hotel con ellos pero estaba lo suficientemente arrecha con Cameron para irme a su casa y dormir con él.

Es que, coño, ¿cómo se te ocurre tirar a alguien a la piscina sin revisar que aún tenga su teléfono? Aunque admito que mi drama queen interior fue invocada gracias a la situación y los tragoa y ajá, bueno.

Quito el brazo de Paola de mi cuello y me siento en la cama, mi vista recae en la cama que está al lado, ahí descansan mi hermano, Victoria y Esteban. Muevo mis piernas hasta que estas tocan el suelo y mis pies buscan las pantuflas blancas que venían en el paquete del hotel, además de la bata de baño. Me termino de levantar y voy al baño para lavarme la cara y cepillar mis dientes.

Cuando estoy secando mi rostro el timbre de la habitación suena, salgo del baño y veo que todos los demás siguen dormidos, quizá era el desayuno.

Abro la puerta no sin antes ver por el ojito de la misma, me encuentro con un chico vestido como un empleado del hotel. No traía el carrito con el desayuno pero sí tenía una caja blanca en las manos.

—Buen día, ¿es usted Valeria Dorman?—pregunta amablemente.

—Sí, soy yo.

—Llegó este paquete a nuestra recepción, el remitente agregó que era importante que lo tuviese—pone la caja en mis manos—que pase un buen día.

—Gracias, igualmente— cierro la puerta y empiezo a caminar nuevamente, quito la pequeña cinta que la cierra y la destapo. La caja tenía una carta de la cual reconocía perfectamente la caligrafía, era la extraña y a veces abstracta letra de mi novio.

"Querida Valeria

Disculpa por haberte empujado ayer en la piscina y que tu celular se dañara. Sé cuanto esfuerzo fue para tus papás regalártelo y te mereces lo mejor del mundo, desearía haber sido más cuidadoso ayer y así no te hubieses molestado conmigo.

Debo admitir que extrañé abrazarte anoche, despertar con tu olor en mi almohada.

Espero puedas disculparme, aquí te dejé algo para compensarlo y para culminar espero que aceptes una cena junto a mi esta noche, te paso a buscar a las ocho y media.

Un arrepentido y muy torpe Cameron Dallas, que no deja de quererte"

Sonrío cuando lo imagino sentado en la cocina escribiendo la carta, me da risa que se refiriera a sí mismo como "un arrepentido y muy torpe Cameron Dallas", dejo la carta de lado y tapo rápidamente mi boca con una de mis manos para evitar que mi grito se escuchara por todo el hotel.

Dentro de la caja había una caja de IPhone X blanco, con un post it que decía "espero que te guste :)"

Hice todo el proceso del "hello" y lo configuré con mi ICloud. Treinta minutos después ya estaba completamente normal todo, tenía de fondo de pantalla una de las tantas fotos que tenía con mi novio en la playa.

Busqué su contacto y solicité una videollamada que atendió al momento.

—Hola, bebé.

—No tenías que hacer esto, enserio, que pena contigo.

—Quise hacerlo, ya no hay vuelta atrás. Por cierto, lindo atuendo.

—Sabes que no me gusta que gastes tanta plata así en mi, que pena— me tapo la cara con la mano y él ríe— y gracias por el cumplido, esta bata es súper cómoda.