Valeria
Ajusté la gorra blanca en mi cabeza y tomé mi bolso sobre la cama, iríamos a una reunión chill en casa de Nash para poder vernos y recuperar algo del tiempo que no nos vimos. Ya habíamos cuadrado y dividido todo, a nosotros nos tocó comprar el licor y era lo que haríamos de camino a su casa.
— ¿Todo listo? —pregunta Cameron apareciendo en la habitación, llevaba puesto unas bermudas negras y una camiseta blanca con el logotipo de su marca, tenía una gorra negra con el logotipo de LA bordado.
—Sí, tamo’ activo cabrrrrrrron— imito el acento puertorriqueño y él suelta una carcajada. Paso por su lado y empiezo a bajar las escaleras, oigo sus pisadas detrás de mí luego de cerrar las puertas; salimos de la gran casa y me subo a su camioneta, él enciende la radio y toma mi mano para descansar la suya sobre la piel desnuda de mi pierna por el short.
Por andar de pilas nos pasamos el cruce hacia el supermercado y tuvimos que devolvernos, al llegar estacionamos la camioneta y nos bajamos para dirigirnos directamente al área de licores.
— ¿Vodka o ginebra? —pregunto con ambas botellas alzadas, él ladea la cabeza y luego asiente.
—Ambas, dos de cada una. Llevaré dos six packs de cerveza, igual sé que los chicos comprarán más. ¿Crees que tus amigos quieran algo en específico? Digo, quizá se les antoje algo a lo que estén acostumbrados— me explica y paso mi mirada por los estantes, empiezo a caminar y sigo buscando hasta que encuentro una reliquia que no veía desde mis quince años.
Tenía frente a mis ojos la botella de Smirnoff grande, sabor original, cintica roja.
Tomo dos sin pensarlo y las pongo en el carrito con una sonrisa, sin duda esta reunión no sería para nada chill. Teníamos Ron, Whiskey, Vodka, Ginebra, refresco para ligar y jugo. Metimos varias chucherías y los típicos vasos rojos de plástico. Le tomé una foto a todo y la envié por el grupo obteniendo respuestas como “SE PRENDIÓ ESTA MIERDAAAAAA” “Tenemos alcohol para tirar pal’ techo, tamos bien”
Al llegar a la gran residencia nos chequearon por encimita para dejarnos pasar, había puras casas inmensas, sin duda era una zona culito. La casa de Nash y Taylor era literalmente una mansión, era tan grande que si la expropiaran sacarían dos petrocasas de ese terreno.
El socialismo me hizo mal, perdón.
Había varios vehículos estacionados afuera, ya los demás habían llegado. Cuando nos acercamos más a la puerta con las bolsas oímos la música alta proveniente desde la casa, golpeamos la puerta rezando que alguien nos oiga.
La puerta se abre y un chico parecido a una versión más joven de Nash abre la puerta, sus ojos azules impactan con los míos y el color es tan intenso que me deja perpleja por un momento, mi novio se abalanza sobre él para abrazarlo sin embargo yo seguía bajo la hipnosis de aquel color.
—Hermano, hacía tanto que no te veía— mi chico se separa muy feliz.
—Digo lo mismo Cam, ya eres todo un adulto. Muy pronto tendrás canas— se burla y mi chico lo golpea en el hombro empujándolo solo un poco, él le devuelve el coñazo jugando y posteriormente pasa su mirada sobre mí— ¿Es tu novia? Es muy linda, si no lo es tu sabes que…
—Sí Hayes, es mi novia, mi chica, mía— resalta las palabras y me hace reír, el chico bufa y luego me regala una sonrisa con su mano estirada.
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Venezuelan Girlfriend ; DALLAS.
FanfictionVG|¿Quién diría que un simple intercambio de teléfonos cambiaría de tal forma la vida de estos dos seres?. Aunque contando con la suerte que tiene Valeria todo puede pasar. Acompáñame a ver esta triste historia. ➳Historia completamente mía, prohibid...