Venezuelan Girlfriend ; DALLAS.

Capítulo 21

Valeria

Me moví  al sentir un poco de sol sobre mi rostro, levanté mi cabeza de la almohada porque esta posición me estaba incomodando burda. Deslicé mi brazo sobre la cama y no sentí a Cameron, decido entonces abrir mis ojos y sentarme para luego estrujármelos y halar la piel de mi cara hacia abajo.

Me levanto para ir al cuarto de invitados por mis artículos de cuidado personal y terminar mi recorrido en el baño, al salir bajo las escaleras mientras me recojo el cabello en un moño despeinado. Encuentro a Cameron en la cocina haciendo el desayuno en boxers, nada mal.

— Oh, ya despertaste— dice percatándose de mi presencia, coloca los huevos fritos en el plato junto a la tocineta — Planeaba llevarte el desayuno a la cama, acabas de arruinar una gran sorpresa.

Voy hasta la tostadora y tomo un plato de la encimera para colocar los panes, me acerco hasta quedar a su lado— Lo siento, pude dormir más pero alguien dejó la cortina medio abierta.

— Uh, no importa ya. ¿Jugo?— pregunta antes de sentarse y dejar el desayuno sobre el mesón.

— Sí, gracias— digo sentándome en frente de el. Tomo mi plato y pongo un poco de tocino encima de mi pan— ¿Dormiste bien?.

— Sí, aunque roncas un poco—  responde con gracia y yo ruedo los ojos tomando de mi jugo.

— ¿Te gusta vivir en LA?— pregunto mirándolo, se ve más lindo por las mañanas.

— Pues sí, estoy más cerca de mi familia y de las oportunidades de trabajo. Cuando grabé mi primera película con Netflix no tuve que viajar tanto porque fue grabada en LA— explica y asiento — Creo que lo mismo sucede con los demás chicos, los Jacks y Aaron tienen más oportunidades de trabajo con la música aquí, igual Nash.  A la mayoría de los artistas y famosos les favorece estar aquí.

— ¿Que planes hay para hoy?— pregunto nuevamente, terminando mi jugo junto a lo que quedaba en el plato.

— Podríamos ir a pasear, comer helado, conozco un lugar fantástico y luego quizá vamos a la pista de patinaje— responde apartando el plato.

— Tú eres mi guía en este viaje, yo no sé nada de LA— digo con gracia.

— De acuerdo, salimos en una hora.

— Para el carro, ¿que hora es?— pongo la mano abierta en frente.

— Son las 12:30, preciosa. Dormiste bastante— responde riendo.

— Podría dormir hasta las 2pm, pa que estés claro—  aclaro levantándome de la silla para poner los corotos sucios en el lava trastes.

Fui al cuarto de invitados para cambiarme, hacía un poco de calor así que decidí ponerme una blusa hombros al aire de una tela blanca super fresca, con una falda rosada clara y mis zapatos blancos bajos. Tomé un pañuelo entre los colores rosado y verde y lo combiné  con unos lentes con cristal es del mismo color. Peiné mi cabello y apliqué bloqueador solar, lipgloss y rimel.

Una hora después ya estaba lista, Sierra y Brent habían venido a buscar el carro porque tenían pendientes con la boda y debían solucionarlos. Por lo que entendí iríamos en Uber. Diez minutos después estábamos esperando el Uber y se estacionó un carro frente a la acera, Cameron se sienta en el copiloto y yo atrás; casi instantáneamente reconozco al conductor.

El coño de la madre.

— Bienvenidos al Lázaro móvil, el único y el original— dice Israel de Corcho haciendo el papel de Lázaro con su característico movimiento de mano.