VG|¿Quién diría que un simple intercambio de teléfonos cambiaría de tal forma la vida de estos dos seres?.
Aunque contando con la suerte que tiene Valeria todo puede pasar.
Acompáñame a ver esta triste historia.
➳Historia completamente mía, prohibid...
Mariana entra en mi cuarto y pone en pausa la corneta inalámbrica que está conectada a mi celular, levanto mi cabeza de la almohada para mirarla.
—¿Qué pasa? —pregunto sin mucho ánimo.
—Gor, no me gusta verte así— dice acercándose a la cama hasta estar en frente de mí.
— ¿De qué hablas? Solo estoy un poco cansada, no hay nada malo— respondo e intento sonar completamente normal, e siento y reposo mi espalda contra el cabezal de la cama mientras abrazo la almohada.
—Llevas dos días encerrada aquí. Acabo de apagar tu playlist sad, acaba de terminar Half a Heart de One Direction y cómo te conozco lo suficiente supongo que la lista continúa— aclara sentándose a mi lado con los brazos cruzados.
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Bueno, les explico que pasó. Desde que salió la vaina de Cameron yo opté por quedarme en casa, con la excusa de que las fans y paparazzis estaban por ahí buscando lo que seguía de la historia. La vaina me terminó afectando que jode marico, que les cuento.
—Claro que no, es menti...—soy interrumpida por el inicio de Spaces — Esta en aleatorio, lo juro.
—Si claro, como digas— dice y apoyo mi cabeza en sus piernas cruzadas—Sé que te sientes mal, pero no puedes dejar que eso te afecte tanto.
—Pero lo hace, lo peor es que está por todos lados, todos hablan de eso. Mi celular no ha parado de sonar con notificaciones y ni siquiera puedo salir porque todos están ladillando y preguntando sobre esto— explico antes de suspirar, su mano empieza a hacer pequeños dibujos imaginarios con su dedo sobre mi cabello.
— ¿Lo desbloqueaste?
—No, Eso dicen las reglas de Dua Lipa, es irrompible.
—De acuerdo, ¿quieres hablarlo?
—O sea, me siento mal por la situación, por lo que dice la gente. Aunque no éramos novios ni nada, solo salíamos. Pero verga, me dolió burda porque yo si siento cosas por él, jamás me había sentido así por un chamo, lo sabes.
—Bueno, quizá no fue su culpa. Escuchaste bien lo que dijo en la entrevista, solo conoció a Giorgia ese día.
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