Me levanté muy temprano esa mañana. A pesar de ser mis vacaciones, debía apurarme si quería ver a los chicos.
Me bañé con rapidez y me puse varias mudas de ropa sin decidirme por cuál. Íbamos a pasear con los chicos, seguro caminar mucho, picnic, juguito, etcétera. Miré el tiempo e iba a hacer bastante calor durante el día. No podía caminar mucho con shorts o pollera, tenía muslos gordos que se chocaban y me hacía paspar. A pesar del ejercicio, es lo único que no pude cambiar de mi cuerpo ahora un poco más atlético. Pero iba a hacer mucho calor para jeans. Pese mis opciones y me quedé con el jean largo. Me puse una blusa fresca arriba y zapatillas que combinen.
Bebí un poco de agua y salí.Para mi sorpresa, Adam estaba en la puerta. Tenía unos anteojos negros, una remera estampada de colores y unos shorts comodísimos.
-¿Qué haces aquí? Pensé que nos íbamos a encontrar...
-¿Qué haces así vestida?- interrumpió al verme de arriba a abajo.
-¿Qué tiene?-Murmuró algo que no pude alcanzar a escuchar.-¿Qué?
-Ve a cambiarte. Ponte un vestido o algo más cómodo, no puedes salir asi ¡Hay una ola de calor y tú te pones jeans Lucía!
-Prefiero esto antes que lastimarme las piernas.
-¿De qué hablas?
-Mis piernas, Adam. -me agarré los muslos enseñándole- ¡Mis piernas son gordas! Si camino mucho me lastimo las piernotas que tengo.
-¿Quién te dijo que vamos a caminar? ¿Nick te dijo eso? Mira, ve a ponerte otra cosa o yo mismo entraré, te buscaré ropa y te cambio aquí mismo. Son las ocho de la madrugada y hace tanto calor que se me derriten los lentes.
-Bienvenido a Latinoamérica.- apunte con sarcasmo, me di media vuelta y repuse- "Ocho de la madrugada" dice, cómo se nota que es jefe y aparece a la hora que se le canta.
-¿Qué dijiste?
Me metí adentro con rapidez antes de que me siguiera y me hiciera sufrir. Volví a sacar la ropa que venía pensando antes. Resoplé y opté por un vestido de verano. Apliqué un poco de talco en mi entrepierna y me lo puse en la mochila que llevaba con dinero, agregué un cambio de ropa, productos higiénicos de emergencia, cargador y el celular. En menos de cinco minutos ya salí de nuevo. Adam miraba su celular, impaciente, contestaba un mensaje. Se lo guardó y me miró. La verdad, no se qué cara tenía con esos anteojos grandes tapándose los ojos, pero se quedó como tildado mirándome. Cerré el portón detrás mío y lo miré fijo.
-¿Contento?
-Muy.- ¿Contuvo una sonrisa? Nunca lo sabremos.- Camina. Tengo al tonto de mí hermano apurándome.
-¿Adónde vamos?
-No quiero decirte- respondió con una sonrisa de costado.
-Qué lindo. Odio las sorpresas.
-Amo dar sorpresas. Luego me das las gracias. Ahora vamos antes de que nos dejen.
Supuse que Nick esperaba en el auto con Yas. Fuimos caminando por la calle. Lo bueno del verano es que ya no había tanta gente durante la mañana. Pero aún asi, no sabía en qué auto estaban los tórtolos. Respiré agradecida al chabón que inventó el talco. Sentía las piernas como una seda, sin transpiración ni paspaduras.
-¿Estás seguro que no debo llevar más nada? Siento que me estoy olvidando algo en este momento...
-Te estás olvidando que no tienes que ser controladora.- se acercó a mi rostro como si fuera a besarme, pero me sacó la lengua en son de burla.
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Persiguiendo Un Sueño
Teen FictionLucy y Yas viven un momento soñado al comenzar a salir con unos cantantes famosos. Pero nada es como se ve en las cámaras o en los fanfics de Wattpad. La vida de los famosos no es como la pintan y la vida de ambas fanáticas no es tan simple y aburri...