2. Beso

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La música sonaba fuerte, casi sin dejarnos hablar, las luces hacían que la camiseta blanca de Nick brillara de una forma atrapante a lo mismo que el vestido de Yas. Juntos de la mano, parecían la pareja más popular del lugar. Caminamos hasta unas escaleras, pasando por al lado de un parlante largo y alto que me llamó la atención por su forma. Un grupo de chicos y chicas estaban parados allí hablando entre ellos, bebiendo y fumando sin parar. Adam nos guió, tomando mi mano y nos hizo subir por las escaleras. Una vez allí arriba, nos pusieron unas pulseras con el nombre del club y las siglas V.I.P. Nos encontrábamos en el sector de las personas importantes. Con Yas nos miramos sorprendidas y contentas, mientras los hermanos Jones nos guiaban a unos sillones blancos, con una pequeña mesa ratona de vidrio en el medio. Antes de sentarnos, Adam soltó mi mano.

-Buscaré algo para beber. Pónganse cómodos.

Asentí con la cabeza mientras se alejaba hacia la barra. Con Yas intercambiamos miradas de ansiedad. Aquel boliche era uno de los más caros e importantes, jamás podríamos haber tenido oportunidad de entrar allí, sino fuera por los chicos.

-¿Te das cuenta dónde estamos?-asintió.

-En un lugar donde soñábamos estar.-sonrió emocionada.

—Esta es nuestra noche -vaticiné -Conquistaremos este lugar.

Le guiñé un ojo y rió, Nick nos observaba confundido. Ambas le sonreímos con inocencia y Yas lo abrazó, apoyando la cabeza en su hombro. Me giré buscando a Adam con el alcohol en la mano, pero aún seguía en la barra, esperando. Me descubrió observándolo y me sonrojé, en cambio él me hizo una seña para que me acercara a él.

Dejé a la parejita sin avisar y me uní a él que me sonreía.

-¿Qué ocurre? -pregunté.

-¿Ustedes beben cualquier cosa?

-Sí, claro.

-Bueno, para empezar pedí unos daiquiris de frutilla ¿te parece bien?

-Genial.

-¿Qué te parece el lugar?

-Es muy bueno -observé alrededor -Habría que esperar hasta que la fiesta empiece.

-¿Todavía no comenzó?

-Pues, no. Es temprano. Hay poca gente, además de que la música es tranquila.

-Si esta música es tranquila, no quiero saber lo que es la música loca para ustedes.

-El tema no es la música. Es la gente volviéndose loca por la música. Ya lo verás. Es una locura.

-¿Y ustedes son parte de esa locura? -preguntó. Un hombre fue dejándonos unos vasos largos con el líquido rosa.

-Yo sí. -confesé —Yas no tanto, es tranquila con respecto a estos lugares. Pero a mí me encanta bailar aquí. Se puede sentir la adrenalina.

-¿Y me mostrarás tú locura? -su voz sonó más suave al decir eso. No pude evitar reír.

-Eso lo veremos más tarde. -tomé dos de los cuatro vasos y le guiñé un ojo, volviendo a la mesa donde estaban sentados los chicos. Le di un vaso a Yasmin y bebí un trago del mío.

Aquella noche sería inolvidable.

La fiesta comenzó casi una hora más tarde. No era difícil de darse cuenta ya que el DJ era el que avisaba que la noche comenzaba al hacer sonar sirena antes de que pusiera la canción más conocida y más movida del momento. Todos en la pista de baile gritaban y movían las manos en el aire. Me emocionó mucho ver eso desde el sector VIP con Yas y los Jones. Realmente se podía sentir la adrenalina por el cuerpo. Era contagioso.

Persiguiendo Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora