Persiguiendo Un Sueño

25. Nicholas.

Adam

-¡Rápido! ¡Llama a la ambulancia! -me gritaba mi hermano mientras intentaba marcar el teléfono. Los nervios y temblores me impedían para llamar al 911.

-Nicholas, chequea su pulso. -ordenó Lucy acercándose a toda velocidad.

-Nueve, once ¿Cuál es su emergencia?

-Hola, necesito una ambulancia urgente, mi cuñada está inconsciente.

-No respira. -dijo mí hermano agarrándose la cabeza.

Le di la dirección y no pude prestar atención a lo que decía porque estaba viendo a Lucy dándole RCP.

-Dios...

-...¡Señor! ¿Cómo está el pulso de su familiar?

-Eh.. está mal, mi novia le está haciendo RCP.

-¡Dile que tiene una fibrilación ventricular! -gritó Lucy entre las compresiones. -¡Necesita un desfibrilador!

-Ya la oí, no se preocupe, la ambulancia está en camino.

-Vamos, Yas... No nos hagas esto...

Al cabo de unos dos minutos escuché la sirena. Corrí a abrir los portones y entraron a toda velocidad. Bajaron dos personas con una camilla y otras dos más con una máquina.

-Buenas tardes señor, indíquenos dónde está el paciente.

-Por allí, por favor.

Luego de que entraron todos, los seguí a toda velocidad.

-Señorita, seguimos nosotros. Ya puede soltarla.

Lucy soltó a Yasmín cayendo a un costado mientras el paramédico seguía con las compresiones con rapidez y los demás conectaban la maquina. Nick llegó más rápido que yo para ayudarla a levantarse.

-Fibrilacion ventricular, preparen desfribilador.

-¿Listos? ¡Despejen!

Todas las manos sobre Yas se alejaron, el hombre con el DEA puso las paletas sobre su pecho dándole una descarga eléctrica. Su pecho se levantó pero no ocurrió nada. El otro chico siguió con las compresiones.

-Carga a 200 ¡Despejen!

Otro choque. Esta vez, Yasmín abrió los ojos y la boca buscando aire. Creo que todos respiramos aliviados.

-Señorita, ¿Me escucha bien? -ella asintió, intentó levantarse- No, quédese quieta. No se puede levantar. -miró a Nick que estaba más cerca. -La llevaremos al hospital.

-Iré con ustedes.

-Yo también -dijo Lu.

-Solo entra uno en la ambulancia.

-Lu, deja que vaya Nick, nosotros vamos en el auto.

Ambos asintieron y se fueron. Lucy estaba yendo detrás de ellos, la detuve con el brazo.

-¿Qué pasa?

-Tienes mojada la ropa. -llevaba un rato observando eso.

-¿Mojado?

-Si, aquí en la espalda... Ay, Lucy.

-Oh, ya sé que es. Iré a cambiarme.

-Te acompaño.