12. La verdadera cara

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Nick estaba delante mío. Viéndome en ropa interior. Con la camisa de su hermano puesta. Con las mejillas sonrosadas y el cuerpo frágil post sexo. Y no me pude mover. Ni siquiera tragar saliva. Él fue quien dio un paso.

Fue hacia la cama sin decir nada, miró mi ropa casi con asco, removió el acolchado y sacó la sábana de un tirón, haciendo más desastre.

-¿Qué haces desnuda en el cuarto de mi hermano? -dijo cubriéndome con la sábana. Carraspeó y siguió hablando con seriedad. -Esto es una casa de familia, mi hermanito de diez años da vueltas por los cuartos ¿Qué haremos si te ve así?

-Yo...

-No puedo creerlo. No lo esperaba de ti, Lucy. Me decepcionas mucho.

-Nick...

-No quiero oírte. Te abro las puertas de mí casa ¿para que en la primer oportunidad te acuestes con mi hermano?

Esperen un segundo. What?

-¿Qué tiene eso de malo?

-¿Qué tiene de malo? ¿En serio me lo preguntas? -estaba bastante cerca de mí, no parecía un reclamo inocente, estaba realmente indignado.

-Pues si, Nicholas. Es solo sexo.

-Mi hermano no es sólo sexo. Ayer se estaban matando y hoy te acuestas con él como si fueras...

Frunci el entrecejo, encabronada.

-¿Como si fuera qué? Di la maldita palabra.- y me conocerás, cabrón.

-No hace falta decirlo.

-No puedo creerlo. Como si tú nunca has tenido relaciones sexuales con mi prima.

-Es distinto. Yasmín es mi novia, yo la quiero y no es de tu incumbencia.

-Exactamente. No es de tu incumbencia lo que yo o tu hermano hagamos.

-Si lo es ¡porque yo te traje aquí!

-Déjame informarte algo. Tú no me trajiste aquí, tu hermano lo hizo. Ambos somos grandes y sabemos lo que hacemos. Y tú también lo sabes. Mi prima es tu novia, no yo. -me frené cayendo en cuenta de algo, su evidente enojo en la quinta cuando estuve encerrada en el cuarto con Adam, las veces que nos quería a ambas reunidas con él con la excusa de cantar, su cara de molestia. Eso me hizo pensar, ¿Su molestia es porque estoy con su hermano o...? -¿Hay algo más que no me estás diciendo?

-¿De qué estás hablando? Ya sé que no eres nada mío. Me parece una falta de respeto a mi familia, mí hogar.

-Ordena tus prioridades primero. Yo no soy una. Sé lo que hago y sé cuál es mi lugar. Es hora que sepas cuál es el tuyo.

-¿Qué está pasando? -la voz de Adam irrumpió en la habitación. Se había puesto una camiseta blanca y unos pantalones de gimnasio, negros. Traía una bandeja en la mano, con el pie cerró la puerta y se quedó observándonos.

-Es lo que quiero saber -dijo Nicholas serio, como si fuera el padre y no su hermano más chico. -¿Por qué la prima de mi novia está aquí desnuda?

-¡¿Estás desnuda?!

-¡No! Me puse ropa interior y lo que me pediste. Estaba en el baño y escuché la puerta, pensé que eras tú.

Para nuestra sorpresa, Adde sonrió juguetón. Dejó la bandeja en la mesita de luz y se posicionó frente a mí.

-¿Por qué te pusiste ropa interior?

Me puse colorada al tener que contestar eso.

-No llegaba a abotonar, tengo la espalda más grande.

Persiguiendo Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora