Persiguiendo Un Sueño

7. La despedida

~Lucy~

Los días en la quinta pasaron volando. La semana terminó de la mejor forma. Había más confianza entre todos. Al menos Nick y Adam empezaron a confiar más. Se dieron cuenta que estamos acostumbradas a dar mucho cariño y confianza. En mi país somos así, saludamos con un beso, damos abrazos, hablamos fuerte y con mucha soltura.
Era gracioso ver las caras de los hermanos Jones en un principio. Sorprendidos por nuestros gritos en español con Yas. Creían que discutíamos y se movían incómodos hasta que nosotras nos dábamos cuenta y empezábamos a reirnos divertidas al verlos así y pedíamos disculpas por la confusión.

Mi prima por su parte, se soltó más. Mostraba sus facetas más locas que a mi me encantaba ver en ella. Jugamos mucho al fútbol con los chicos (deporte que a ella LE ENCANTA y que Adam sumó más tarde a su pasión). Lavó la camioneta con una remera de Nick puesta que creo que estaba sucia, pero aún así él la miraba enamorado aunque al principio le haya molestado que ella le toque sus pertenencias. Ella le sonreía y achinaba sus ojitos color miel y él no se resistía a eso.

Nicholas no dejaba de ser callado, pero cuando hablaba lo hacía más animado, hacía muchas bromas con su hermano, aunque no le gustaba cundo Adde le devolvía el chiste. Aún así nunca los oímos o vimos discutir. Creo que al vernos a nosotras, comenzó a dar más abrazos a su novia y la dejaba que ella sea cariñosa con él. Le enseñó unas expresiones nuevas en inglés y se reunían en su cuarto a escuchar música. Un poco se obsesionó con el hecho de que nosotras cantamos, según él muy bien. Nosotras rodamos los ojos y tratamos de cambiar el tema. Pero Nick nos insistía en darnos clases para que mejoremos las técnicas y nos daba canciones para cantar al siguiente día. Yo lo hacía, feliz de verlo tan entusiasmado. Yasmín por su parte, no hacía nada. No quería saber nada con una carrera musical y ella se resistía en no hacer los "deberes" que nos dejaba. Por lo cuál ella pasaba más tiempo jugando con Adam y yo cantando con Nick. Nuestra relación amistosa se afianzó más gracias a esto. Y lo que me gustaba era todo el respeto que ellos nos tenían. Por todo preguntaban o pedían disculpas. Y nosotras acostumbradas a otra cosa los mirábamos raro.

Adam era un gran anfitrión. Siempre tenía ideas nuevas o preguntas sobre nuestras costumbres. Les hicimos probar nuestras comidas más tradicionales, les enseñamos del deporte y ellos nos enseñaron sobre los suyos. Béisbol y fútbol americano. No, no entendí nada. Mi prima si y le encantaba jugarlo. Ahí veía la diferencia entre ambas. Ella es deportista de alma y bailarina nata y yo de estar encerrada con música, libros y cantando.

Y yo pasé por estados emocionales opuestos como una montaña rusa. O sentía celos al ver a Nick y Yas en sus momentos cursis o me animaba cuando Nick se dirigía a mi y me hacía cantar con él. Adam me ponía de los pelos con sus chiquilinadas o me hacía reír mucho tirándose encima mío o alzándome en brazos en momentos que no me lo esperaba. Pero desde el primer día que no nos hemos besado o tenido intimidad, lo cual hizo más llevadera la semana sin tener que estremecerme o estar excitada por sus provocaciones. Aparte de eso, aprendí mucho de las técnicas de canto y cuáles me convenían más por mi tono de voz grave.

El último día, juntamos nuestras pertenencias. Si, yo también. Toda la ropa que Adde me compró debía venirse conmigo, no tenía idea cómo porque no tenía ninguna maleta. La doblé acomodando en varias filas en lo largo de la cama y relojeé mis opciones ¿Nunca se le iba a ocurrir a este chico regalarme un bolso, no?

-¿Ya estás lista, prima? Wow, es mucha ropa ¿Cómo...?

-¿...voy a hacer con todo esto?-terminé.- La verdad, no tengo idea.