24. El pasado me persigue

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Yasmin.

Golpeé la puerta del baño con todas mis fuerzas. Esto no es normal. Ella no hace estas cosas.

-¡Abrí la puerta Lucy!

-Eu, ¿qué sucede? -Nick me tomó del brazo. Me solté con brusquedad, ignorándolo y seguí golpeando.

-¡Lucy! ¡Abrí!

-¿Le pasa algo?

-Si, no abre. -respondí desesperada. Comencé a empujar con el cuerpo.

-Yas, espera. ¡Quítate del camino!

Me corrí y empujó la puerta. Tomó carrera y empujó, dos, tres, cinco veces. Hasta que al fin se abrió. Una ola de vapor salía, cegándonos.

-¿Lucy?

Distinguí la silueta de ella en el piso de la ducha. Abrazaba su cuerpo mientras el agua hirviendo caía sobre su espalda. Me paralicé al verla.

-¡Dios santo! ¿Qué estás haciendo? -gritó Nick metiéndose. Largó un quejido cuando el agua tocó su cuerpo, pero tomó aire y cerró la canilla. Se dio vuelta a mirarme -¡Busca una toalla!

Me sobresalté y me puse en movimiento. Agarré un toallón grande y rojo y fui hacia ellos. Nick salió de la ducha para que pudiera tapar el cuerpo desnudo de Lucy. Ella levantó la cabeza y nos sonrió.

-Vaya... ¿Vienen a acompañarme? Yo sabía que les gustaban los tríos...

-Deja de jugar ¿Qué mierda te pasa por la cabeza?

-Estaba sucia. -contestó sin inmutarse, mirando a la nada. -Había mucha sangre.

-¿Qué? -dijimos ambos al unísono.

-¿Te acuerdas... -comenzó a decirme en español -...de la sangre que había en el suelo esa noche?

Me subió un escalofrío por todo el cuerpo dándome cuenta de lo que ocurría. Salí de la ducha y llevé a Nick a la otra habitación.

-Sígueme.

Entré al closet y busqué ropa para vestirla. Nick me miraba ir de un lado a otro.

-Tu sabes qué le pasa ¿no?

-Necesito que bajes esas cosas de limpieza y por favor llama a tu hermano, que venga lo antes posible.

-Tengo una mejor idea, llamaré a Nancy.

-No. -dije tajante. -Llama a Adam.

-¿Por qué? Esto qué pasa no es normal, Yasmín. Nancy puede ayudarnos.

-Nancy la internará y ella no necesita eso. Necesita a Adam. Si no lo harás, yo lo llamaré luego.

Resopló.

-Haré lo que digas, pero no me gusta nada todo esto.

-Quedate tranquilo, estuvo bajo mucho estrés con los castings, necesita descansar.

-¿Estrés? ¿Descansar? Yas, se estaba quemando con agua hirviendo, ¡mira mí mano cómo está! Debe estar toda lastimada, ¡tiene que verla un médico!

-Haz lo que te pido, Nick. Prometo que pronto te explicaré todo.

-¿Y por qué no lo hiciste antes?

-Porque no soy quien debe contarlo. Es ella.

Se retiró de la habitación a regañadientes. Fui con una remera y un pantalón corto y lo dejé arriba del lavabo. Ahora que el vapor se disipó por completo podía ver bien las marcas coloradas que le quedaron en la espalda.

Persiguiendo Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora