My Sex Instructor | Starker

2. First Time

Nueva York

Tony's PoV

—¿Cómo fue tu día Parker?— Pregunté nada más ver a Peter subir al coche.

Me dedicó una de sus cálidas sonrisas abrochándose el cinturón y tiró su mochila al asiento trasero. Había pasado casi un año desde nuestro primer "encuentro", en otro de mis millones de coches deportivos, solos en un lado de la carretera. Creí que aquello no se volvería a repetir, sin embargo sí ocurrió, más de una vez. Eran varias por semana las veces que lo llamaba pidiendo que me haga una visita. Asuntos sobre los Vengadores, sus estudios, su traje y otras excusas que no tenían nada que ver con el verdadero motivo de sus visitas. Estaba constantemente estresado por el tema de los nuevos Acuerdos y el regreso de los Vengadores al complejo, además de mi tarea de llevar una empresa (aunque la mayor parte funcionase gracias a Pepper) tan importante como era Stark Industries. Peter era como mi pasatiempo, una distracción que me mantenía alejado de mis demonios. Y aunque mucha gente hubiese dicho que era estúpido por aceptar ser mi "juguete", sabía que nada lo hacía más feliz que tener el poder de hacerme sonreír. Ya fuera con un chiste que ni siquiera tenía gracia o con un halago que normalmente terminaba con él sonrojado y conmigo bromeando acerca de lo cursi que era.

—Genial, Flash y yo apenas peleamos últimamente, al parecer, pasar a la universidad lo hizo madurar y darse cuenta de que ya no necesita molestarme.

—Sabes que puedo hacerle desaparecer si quieres, no es un problema.

Sonrió nuevamente mordiéndose el labio inferior. —Eso no será necesario, además lo necesito como mi rival. Después de todo llevamos años de estudios juntos.

Reí arreglándome las gafas de sol mientras conducía hacia una de mis mansiones. Ya era costumbre que durante la semana Peter viviese con Harley y que pasara el fin de semana, o bien en el complejo, o en cualquiera de mis mansiones.

Y a pesar de llevar casi un año haciendo aquello, jamás habíamos llegado a pasar ese límite. La primera vez que se lo propuse fue adorable pues tuvo que confesarme que seguía siendo virgen y que a pesar de su experiencia, nunca había llegado a hacerlo realmente. Me sorprendió. Supuse que debía dejar pasar algo de tiempo por si no estaba seguro de querer seguir adelante.

Y dejamos pasar mucho tiempo. Casi un año entero. Estaba esperando a que él lo pidiera, de esa forma estaría seguro de que ambos lo queríamos.

Algo que no creí que volviese a suceder, ocurrió sin poder detenerlo. Cuanto más tiempo pasábamos juntos, más cariño le agarraba y finalmente empecé a pensar que tal vez me estaba enamorando, por muy estúpido que sonase.

Peter estaba nervioso. Más que de costumbre. Estaba casi seguro de que había llegado el momento. Sabía que lo quería pero no estaba seguro de cómo pedirlo. Sería divertido. —¿Tony?

Mi mirada se posó inmediatamente sobre él. Sonrió nervioso. Bajamos del coche y entramos a mi "humilde apartamento", él llevando su mochila y yo las bolsas de la compra. Era extraño que hiciera esas cosas, era extraño que hiciera cualquier cosa que se pudiese considerar normal.

—¿Todo bien, Pete?— Pregunté al ver que se había quedado embobado.

—Sí, solo pensaba.

—¿En qué pensabas?— Pregunté cerrando la puerta y caminando hasta la cocina para dejar la compra.

—Pues...— Su nerviosismo podía notarse a leguas. Tanto que temía que se fuese a desmayar. Se sentó sobre la encimera mirando como me movía por la estancia guardando cada cosa en su sitio. Tomó aire y se mordió el labio inferior cuando nuestras miradas se encontraron. —¿Cuándo vamos a..? Ya sabes... Eso.