9. Truth

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Nueva York

Peter's PoV

Me levanté horas después de que Tony se hubiese marchado. Necesitaba pensar en lo ocurrido, pensar en cómo actuar a su alrededor después de nuestra discusión. Sabía que estaba arrepentido, sabía que me había seguido, sabía que, por alguna razón, conocía la existencia de Harry y sabía que aunque me costara creerlo, sí le importaba. Tenía que hablar con él, solucionar las cosas de una vez por todas. No veía más sentido a seguir de esa forma, no después de anoche. Noté que no llevaba puesta la ropa que recordaba haberme puesto. En vez de eso, un pijama cubría mi cuerpo aún vendado y adolorido. Apenas sentía la agonía que debería estar sintiendo, gracias a mi metabolismo avanzado. Normalmente no debía salir de la cama hasta que mi cabeza dejase de zumbar como una lavadora, pero debía hablar con Tony, debía hacerlo para sentirme tranquilo.

—Peter, ¿cómo te encuentras?— Preguntó la pelirroja al verme en el pasillo.

Sonreí cansado. —Mejor, gracias por todo, Wanda.

—¿No deberías estar descansando?

—Sí pero... Quiero hablar de algo con Tony, es importante.— Expliqué pasándome una mano por el pelo, ligeramente nervioso.

—Está bien, creo que está en su taller, trabajando como siempre. Avisa si te sientes mal de nuevo.— Comentó ella volviendo a su habitación.

Esperaba no encontrarme con ningún otro miembro del equipo. O a ser posible, no con Steve. Desde que Tony y yo éramos cercanos, veía la forma en la que me miraba. Sabía que habían tenido sus diferencias, también sabía que habían tenido una "relación cercana", pero según sabía eso era parte del pasado superado. Bajé las escaleras hasta el taller y desbloqueé la puerta sin problema. Tony trabajaba en algo que no logré distinguir pero supuse que tendría que ver con nanotecnología. Avancé algo asustado hasta él y me aclaré la voz, al verle tan sumergido en el trabajo.

—Pete.— Su rostro se ensombreció al verme. Tal vez no debí bajar a molestarlo. Me mordí el labio inseguro sobre si había hecho la elección correcta.

—¿P-podemos hablar?— Pregunté agachando la cabeza nervioso.

—Claro, ¿qué ocurre?— Quiso saber él, dejando de manejar sus aparatos y apoyándose en una de las mesas, para prestarme atención.

—Hm... B-bueno...— Me había quedado en blanco. ¿Qué mierda me pasaba? Volví a morderme el labio. ¿Por qué no le cuentas al señor Stark lo que sientes? —Hay algo que necesito que sepas, aunque quiera decir que probablemente dejes de hablarme.— Dije recordando las palabras de Karen.

Tony levantó una ceja, mirándome curioso. —Dispara.

—Pues...— Suspiré acercándome a mi mesa favorita, que por alguna razón, me hacía sentir algo más seguro, y subí de un salto para sentarme. —Cuando empezamos a... Pasar tiempo juntos, el año pasado. Sabía que para ti no significaba nada pero...— Bajé la cabeza, incapaz de seguir mirándole. —Al principio sabía que nada, que no fuera estrictamente físico, pasaría entre nosotros pero por alguna razón no podía evitar imaginar cómo sería si algo más... Si tú sintieras lo mismo que yo.— Podía oír los latidos frenéticos de mi corazón y como la sangre me subía a las mejillas, coloreándolas de un carmín intenso. ¿Quién diría que tener sexo con un multimillonario famoso sería menos vergonzoso que confesarle mis sentimientos? El silencio siempre era mala señal. La había cagado. —Entiendo si no quieres volver a verme, no pasa nada. Solo necesitaba sacarlo.— Dije bajando de un salto de la mesa y mirándole con una sonrisa triste. —Adiós, Tones.

Caminé de vuelta al dormitorio en busca de mi ropa pues pasear por Nueva York en plena luz del día, llevando un pijama de Hello Kitty, no era buena idea. ¿Dónde había dejado Tony mi ropa? Tal vez la había tirado. No me extrañaría, teniendo en cuenta que se había despedazado debido a mi carrera. Se me ocurrió que tal vez Scott tendría algo que prestarme, aunque me quedase grande. Recogí mi móvil, despertando a Karen de su descanso. —¿Me extrañaste?— Saludé revisando mis mensajes. Harry preguntaba si quería quedar más tarde. MJ estaba preocupada porque desaparecí de esa forma la noche pasada. Respondí a cada mensaje, asegurándole a mi amiga que estaba bien y diciéndole a Harry que podíamos quedar si aún le apetecía. No tenía ningún otro plan en mente, así que estaba bien.

My Sex Instructor | StarkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora