"Nunca me consideré especial, hasta que llegaste tú."
Advertencias:
Personajes con diferencia de edad, si no es lo tuyo, no pierdas el tiempo.
Todos los personajes representados a lo largo de la historia son adultos, mayores de edad.
Contenido explí...
Volver a la rutina y la universidad después de unas cortas y perfectas vacaciones era semejante a que te tiraran un cubo de agua helada encima nada más despertar, parecido a ser arrancado por la fuerza de un mundo perfecto.
Dejando todo eso de lado, el fin de semana había llegado y con ello mi visita al complejo. Recorrí los pasillos emocionado, de forma tan veloz que cualquiera que se me cruzase fuese incapaz de distinguir mi rostro. Bajé hasta el taller y desbloqueé la puerta, tiré mis cosas encima del sofá y corrí al encuentro del que ahora podía considerar mi pareja. Me lancé sobre él sin dudarlo, envolviéndolo con los brazos y escondiendo el rostro en su cuello. Pasar una semana entera, tan solo hablando vía mensajes y alguna que otra llamada no era suficiente, necesitaba contacto físico, sentir el aroma de su perfume mezclado con su olor característico, poder recorrer cada centímetro de su piel, sentir su cuerpo contra el mío, sus labios.
—Hey, cariño. ¿Todo bien?— Preguntó él con una sonrisa, deslizando las manos por debajo de mis piernas para evitarme una caída indeseada.
Asentí feliz, pegándome a él lo máximo posible. —Te extrañé.— Susurré cerrando los ojos e inspirando el olor de su perfume.
—Y yo a ti, Pete. Parece que pasaron años desde que nos vimos por última vez.— Coincidió, acariciando mi espalda con una mano.
—No quiero que el fin de semana pase, quiero quedarme contigo...— Confesé sonrojándome levemente y agradeciendo que no pudiese verme la cara.
—Sabes, hablando de eso.— Dijo entonces, posándome en el suelo y dejando un beso en mis labios. —Lo he estado pensando y creo que podría ser buena idea que vengas a vivir aquí, ya que ahora serás por fin un Vengador, tienes que estar cerca del equipo. Y teniendo en cuenta que te quiero conmigo cada segundo del día...— Comentó guardando las herramientas que había estado usando para reparar quién sabe qué. —No estaba seguro de si contártelo ahora o si es muy pronto per-...
—Está bien, quiero estar contigo.— Interrumpí tomando su mano. —Además, creo que Harley agradecerá que no le interrumpa cada vez que tiene planes con MJ.— Sonreí recordando las miles de veces que los había interrumpido sin querer.
—Genial, pediré que te arreglen una habitación para que dejes tus cosas. F.R.I.D.A.Y nena, sabes qué hacer.
Sonreí girando sobre mí mismo. Estaba feliz, tanto que el cansancio y el estrés de la semana apenas me afectaban.
—No planeo que uses tu habitación para dormir, lo sabes, ¿no?
Asentí agachando la cabeza sonrojado. —Sabes que necesitaré dormir durante la semana, ¿no?
—Nos las apañaremos.— Repuso recogiendo mis cosas y caminando hacia la puerta de cristal.
Rodé los ojos y seguí sus pasos sonriendo divertido.
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