"Nunca me consideré especial, hasta que llegaste tú."
Advertencias:
Personajes con diferencia de edad, si no es lo tuyo, no pierdas el tiempo.
Todos los personajes representados a lo largo de la historia son adultos, mayores de edad.
Contenido explí...
—Así me quieres.— Repuso él, apartando la vista de la carretera para mirarme.
—Te quiero aún más cuando prestas atención a la carretera.— Bromeé girando para mirar por la ventana. Nueva York siempre estaba despierta, no importaba a qué hora salieses a la calle. Siempre había vida.
—¿Palomitas y Coca Cola?— Preguntó cuando por fin nos detuvimos.
Asentí desabrochándome el cinturón y saliendo del deportivo naranja. —¿Vamos a cenar después?— Pregunté mientras le seguía de cerca.
—Sí, pero no pienses en eso ahora. Tenemos una película que ver.
Sonreí divertido. —Está bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No puedo creer que me hayas llevado a ver El Rey León.— Comenté al salir del cine. Antes de conocerle, hubiese jurado que ese tipo de películas no eran de su agrado.
—¿Qué tiene de malo? Es un clásico.
—Lo sé, es solo que no parece el tipo de película que tú quieras ver.— Dije mientras Tony abría la puerta del coche y me indicaba que suba al asiento trasero.
—¿Y qué tipo de películas crees que quiero ver?— Preguntó subiendo y sentándose a mi lado. —F.R.I.D.A.Y nena, llévanos a casa.— Indicó mientras pasaba un brazo por mi cintura, pegándome a su cuerpo.
Me encogí de hombros. —¿Cincuenta sombras de Grey?
—Hm... No niego que me gustan esas películas, pero ¿sabes qué es lo mejor de ellas?
Fruncí el ceño levemente. —¿El qué?
—Que podemos probar las técnicas nosotros también.— Dijo simplemente. —Y te prometo que la experiencia es mucho mejor que ver las películas.
Asentí apartando la mirada pues no quería que Tony viese mi sonrojo. Sabía que toda aquella charla tenía el único fin de hacerme sonrojar pero no le daría el gusto de ganar.
Suspiré. Aquel día había sido especial hace años, cuando todo estaba bien. Cuando aún tenía a mis tíos, a mis padres, a Gwen. Los echaba de menos a todos pero sabía que no hay forma de cambiar el pasado. No celebrar mi cumpleaños era normal para mí, mis amigos lo sabían y las demás personas no sabían qué día era. Así debía ser aunque me entristeciera.
Revisé mi móvil, encontrando felicitaciones por parte de mis amigos. Michelle, Harley y Ned se habían acordado. Hice una mueca mientras apagaba el aparato y me dedicaba a mirar por la ventana.
