My Sex Instructor | Starker

3. Work

Nueva York

Peter's PoV

—¿Nombre?— Preguntó F.R.I.D.A.Y mientras esperaba frente a la puerta del complejo.

—Peter Parker.— Saludé con una sonrisa. Aquella había sido una buena semana y los resultados me tenían de muy buen humor. Además teniendo en cuenta que era viernes, tendría todo el fin de semana para disfrutar de la compañía de Tony, cosa que solo lo hacía mejor. Recorrí los pasillos del enorme edificio, una vez las puertas se hubiesen abierto y bajé las escaleras hasta su taller.

—¿Tony?— Formulé desbloqueando la seguridad de la puerta, entrando y mirando alrededor. Vi que estaba trabajando en algo relacionado a la armadura del coronel Rhodes así que probablemente no fuese un buen momento para visitarle. Lástima que mis ansias fuesen más fuertes que mi racionamiento o mi voluntad.

—Peter, hola.— Saludó él secándose el sudor de la frente y levantándose para mirarme.

Sonreí dejando mis cosas sobre el sofá, que había instalado años atrás cuando empecé a frecuentar el complejo para ayudarle con sus proyectos, y paré delante suyo para besarle los labios. —¿Qué haces? ¿Puedo ayudar?

Tony sonrió devolviéndome el beso y negando con la cabeza. —Rhodey me ha pedido que verifique un par de tonterías en su traje pero termino en media hora más como mucho. ¿Qué tal tus clases?

—Bien, todo genial.— Comenté sentándome sobre una de las mesas y balanceando las piernas. Observé como los músculos de su espalda y brazos se contraían al trabajar. Amaba la ropa que usaba en el taller pues apenas cubría su piel y daba unas vistas ilegales de su cuerpo. —¿Qué quieres hacer hoy?— Pregunté fingiendo inocencia, como si no supiese lo que terminaríamos haciendo de todas formas.

Tony terminó de ajustar unas tuercas, de medir algunos puntos del traje y pidió a su I.A que encargara pizza para comer. —Lo que quieras Pete, sabes que mis fines de semana son para ti.— Dijo moviendo algunos paneles holográficos por la sala.

Asentí empezando a perder la paciencia. —¿Qué vamos a hacer ahora?

Me dedicó una de esas miradas de "por-qué-me-preguntas-si-es-evidente-que-tienes-algo-en-mente" y volvió a sus paneles. —F.R.I.D.A.Y acaba de pedir pizza así que en cuanto llegue, supongo que vamos a comer, y luego..-

Rodé los ojos bajando de un salto de la mesa y caminando hasta él. Aparté los paneles y pegué nuestros cuerpos besando sus labios con desesperación. Sus brazos rodearon mi cuerpo durante unos segundos, correspondiendo a mi gesto, pero finalmente me separaron, interrumpiendo mis fantasías. —Pete, tengo que terminar esto.— Susurró terminando por besar mi nariz.

—Puedes terminarlo después.— Repuse mirándole a los ojos.

—Sabes que es importante bebé, Rhodey se enfada muy fácilmente.— Dijo él tratando de convencerme.

Mis labios formaron un puchero pero asentí sabiendo que tenía razón. —Está bien.— Me separé de su cuerpo y anduve hasta el sofá, dejándome caer sobre él.

Tony suspiró volviendo a sus asuntos y yo tomé mi móvil para verificar si tenía mensajes nuevos o para simplemente hacer que el tiempo pasara más deprisa. Levanté la cabeza cuando vi que se acercaba a mí retirándose la camiseta de tirantes y lanzándola a algún punto del enorme taller. Me mordí el labio inconscientemente tirando mis apuntes y demás al suelo. Cerré los ojos cuando sus labios se encontraron con los míos y dejé que me desnudara rápidamente, sin importar que Rhodey o cualquier otro miembro del equipo pudiese bajar a pedirle algo. Gemí en su boca cuando me alzó para sentarme sobre sus piernas. Mis manos se deslizaron por su cuerpo hasta dar con el cinturón de su pantalón. Me deshice de él torpemente y desabroché el cierre liberando su ya evidente erección. Volví a besar sus labios, temblando ante su tacto y jadeando totalmente excitado.