15. Training

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Nueva York

Peter's PoV

—¡No te controles! ¡Golpéame con fuerza!— Grité saltando de un lado a otro del campo de entrenamiento. Estaba cansado de que Tony midiese sus golpes, esperando que fuese tan idiota como para no notarlo. —¡Mis enemigos no van a controlarse cuando intenten matarme así que tú tampoco lo hagas!

—No quiero hacerte daño, Pete. Sería una lástima que algo le pasara a tu carita hermosa.

Rodé los ojos sintiendo un leve sonrojo cubrir mis mejillas. —No ligues mientras estamos entrenando.— Refunfuñé esquivando un golpe, saltando al techo y colgándome boca abajo. Ser Spider-Man realmente tenía sus ventajas. Envié un puñetazo, que debería haberle golpeado, sin embargo lo esquivó y tiró de mí lanzándome al suelo con fuerza. —Auch...— Me quejé sobándome la espalda baja con una expresión molesta en el rostro.

—¿Todo bien, cariño?— Tony tendió su mano, como una invitación a tomarla, con su típica sonrisa autosuficiente grabada en esos perfectos labios que me moría por morder. La tomé y tiré con fuerza, haciéndole perder el equilibrio y caer encima de mí. Ya lo tenía donde quería.

—Todo genial, cariño.— Imité su voz al pronunciar la última palabra y sonreí a pocos centímetros de sus labios.

—¿No decías que nada de ligar mientras entrenamos? No querrás que Natasha se haga una idea equivocada, ¿verdad?— Comentó él, echándole un vistazo a la pelirroja que asestaba golpes sin cesar a un saco de boxeo.

—Está ocupada, no creo que lo note.— Repliqué mirando a la mujer, y finalmente, volviendo la vista a sus labios entreabiertos. El sudor recorría sus músculos, descubiertos debido a la ropa que usaba para entrenar y hacía todo demasiado ilegal para la vista. —Además creo que todos aquí saben sobre nosotros.— Añadí recordando la discusión con Steve de hacía un par semanas.

Tony sonrió levantándose y volviendo a tenderme la mano. —Vamos.— Indicó, dándome a entender que no lo haría cambiar de idea.

Resoplé rindiéndome a sus caprichos y tomé su mano, levantándome con cuidado, debido a la fuerte caída de hacía un par de minutos.

Caminamos por los pasillos de la base, ignorando a los demás, que estaban esparcidos por el sofá viendo cualquier cosa en Netflix, como hacían cada noche. Podíamos ser el equipo más necesitado en el mundo, pero si Ross no nos daba permiso para intervenir, no podíamos salir por nuestra cuenta. Cada uno tenía su vida, además de la de súper héroe, yo tenía la universidad, Tony su compañía, Wanda y Visión se escapaban constantemente para hacer cosas como una pareja normal, Bruce tenía una base entera de fans, que lo adoraban, tanto a él por su cerebro e ingenio como a Hulk por su súper fuerza. A Clint apenas lo veíamos en las misiones pues había decidido retirarse a vivir con su familia en un lugar alejado del peligro. Steve y Bucky habían decidido marcharse a Wakanda, tras nuestra discusión, donde T'Challa los había recibido con los brazos abiertos.  No lo extrañaría. Natasha había decidido quedarse por si surgía algún problema, además de que, aunque estaba seguro de que creían que no lo había notado, Tony y ella pasaban noches enteras charlando y riendo. Me alegraba que tuviese amistades, además de Happy, Pepper y Rhodey. Necesitaba liberar estrés de maneras diferentes, no solo conmigo.

—Me voy a duchar.— Informó Tony caminando hacia el baño de su dormitorio, que llegados a ese punto, ya era más nuestro que suyo. —Y tú vienes conmigo.— Añadió desapareciendo entre el vapor de la ducha.

Sonreí librándome de las molestas capas de ropa y entrando con él a la espaciosa cabina. Noté sus brazos, rodeando mi cuerpo y sus manos recorriendo cada centímetro de mi piel, nada más cerrar la puerta de cristal. Dejé salir un jadeo, echando la cabeza hacia atrás y enredando las manos en su pelo.

My Sex Instructor | StarkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora