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Abrí los ojos, mi cuerpo se encontraba tendido sobre el colchón que yacía en el suelo del departamento. Un closet, un reloj y dos laptops tiradas en el suelo era todo lo que se encontraba con nosotros en la misma; Mire a mi lado el cuerpo de YangYang envuelto cual capullo por la única sabana que poseíamos, por ende, yo había aguantado todo el frio. Pase mis dedos por su espalda para dejar besos en su nuca. En cuestión de dos meses luego de haberme graduado, ya no vivía más con mi familia, estaba bastante lejos de ellos para ser sincero. Trabajaba a medio tiempo e iba a la universidad de tarde a noche solo para volver a casa a los amorosos brazos de YangYang a tirarnos a este colchón incómodo.

- Buenos días – Me dice adormilado

- Me voy al trabajo – Me levante del colchón con dificultad para estirarme camino al baño.

- ¿Te verás con Ten hoy? – Dijo el pequeño sentado en el colchón

- Es el plan – Dije ya adentro del estrecho baño. Ten estudiaba artes en una facultad cercana, después de la graduación nos hicimos muy buenos amigos.

- Tienes que bajar ahora - Dije mirando su casa - ¿Sigues en casa? ¿Verdad?

- ¿Pasa algo? Sí, sí. Ya estoy abajo, dame un segundo – Me colgó y yo solo abrí la puerta del copiloto para que se subiera. Lo vi salir con toda la calma y caminar hacia mi auto. - ¿Qué haces aquí?

- Súbete ahora – Acelere el auto un poco, me miro confundido pero igual subió. Al cerrar la puerta arranque, aunque no tenía un destino como tal, lo alejaría de la escuela.

- Me vas a explicar ¿Por qué estoy siendo secuestrado una hora antes de graduarme del mismísimo infierno? – Se abrocho el cinturón sin mirarme.

- Conocerás el mismísimo infierno si vas a la escuela en este momento – Mire a los lados antes de voltear por una calle – Yuta, "Tapizo" la escuela con tu trasero y otros tres para variar.

- ¿Qué? – Me miro confundido - ¿Cómo es que sabes eso?

- Mi novio me lo dijo - Estacione el auto frente a un parque a calles de su casa.

- ¿Eres gay?

¿Podría decirse que era de confianza? Si, lo era. Aun así como le prometí, no lo había forzado a contarme nada, no era como si me importara más ahora; Tener su amistad había tomado nuevo significado para mí, querer protegerlo, verlo feliz ahora en un nuevo ambiente, ser su confidente y compañero.

Trabajábamos de meseros en un café internet. Compartíamos una que otra ronda, la cual disfrutábamos trabajando hombro a hombro. Los fines de semana salíamos a clubes de vez en cuando o nos sentábamos en el auto a conversar incoherencias. Aun viendo todo este avance ante mis ojos, Ten parecía aun aferrarse a sus miedos del pasado y le era el difícil ser amigable, conocer gente nueva, hacer contactos en su carrera.

Salí de casa para caminar dos cuadras hasta el centro comercial donde el café se encontraba, justo a la entrada antes de llegar a los estacionamientos. Distraído, probablemente por la falta de sueño me pare frente a una venta de colchones, así es, mi mayor sueño del momento era reunir dinero para una cama decente antes del cumpleaños de mi pequeño.

- Otra vez te encuentro aquí parado – El Tailandés rodeo mi cintura con su brazo, apoyando su mentón en mi hombro.

- No he podido tener una buena noche de sueño desde la mudanza – Suspire mirando las etiquetas que las camas de la vitrina tenían. Casi seis ceros y tan solo dos meses de un mísero salario para dárselo de regalo a YangYang.

De Boca en Boca | TENDERY |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora