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Ya en nuestra última hora nos sentamos en medio del campo de fútbol para finalizar la historia de una vez por todas.

- Bien, la última por fin – Xiao Jun se tendió en el pasto.

- Bien su dueño... Kun – Yuta miro a Doyoung asintiéndose el uno al otro como si de algo arreglado se tratase. - Esto en verdad fue escandaloso, pero el Tailandés se salió con la suya de nuevo.

- Hay fotos, no sé si las has visto alguna vez – Doyoung saco su teléfono para empezar a buscar, lo que vi a continuación fue en verdad un shock, eran cinco estudiantes. Tres de ellos dan la espalda a la cámara con sus pantalones bajados a diferentes alturas, sus traseros totalmente expuestos, los otros dos... creo que podrán imaginar que hacían y si, uno de ellos era Ten, recostado en la hierba detrás de las gradas. Su boca estaba cubierta y su mano se extendía hacia la cámara, como si quisiera parar los disparos o ¿Pedir ayuda?

- Creo que se explica por si sola – Voltee mi rostro asqueado ante tal cosa - ¿Kun tomo la foto? ¿Qué decía su nota?

- "¡Justicia divina!" – Yuta rio como un loco – Le cae como anillo al dedo, esta imagen me encanta, ojala hubiera empapelado la escuela con ella... ¿Me dará tiempo el sábado? – Alzo las cejas.

- ¡Es repugnante! – Exclame bastante indignado, fuera quien fuera la persona, hay extremos y este tren de rumores en el que todos se habían subido en la escuela me daba nauseas.

- ¡Claro que lo es! ¡Ese chico totalmente lo es! – Yuta me miro cínico. Como es que había decidido continuar todo esto, sabiendo que quienes lo narraban tenían prejuicios y dilemas personales de por medio, hay una historia real allá afuera, la cual solo conoce su protagonista y este verano yo la voy a averiguar.

- Me voy, no quiero saber que pasa después, menos sus memorias del evento. Esto es demasiado, hay cosas demasiado buenas para ser verdad, pero esto es demasiado malo para serlo también – Recogí mi bolso y le di un beso a YangYang antes de irme entre el barullo de los demás – ¡Te veré en la noche! – Grite, el asintió

Al llegar al estacionamiento me sorprendí de ver a Ten sentado junto al auto, me senté a su lado. Su sonrisa brillante me hizo sentir bienvenido, pero aun sentía el peso de lo que había visto, por alguna razón sentía ese picor de querer abrazarlo y decirle que todo iba a ir bien. Algo estaba mal, no estaba seguro si con él o con esta escuela pero yo llegaría al fondo de esto.

- Pensé que tardarías más – Se estiro para comenzar a levantarse.

- No veo la hora de irme de aquí – Respondí sonriéndole, lance mi maleta a la parte de atrás.

- Pienso lo mismo cada día que pasa – Río, ajustándose el cinturón.

- Sabes, vámonos bien lejos de esta escuela, comemos algo y te llevo a casa ¿Quieres? – Le ofrecí poniendo el codo sobre el volante, el me miro extrañado y agacho un poco la cabeza.

- Si – Dijo suave – Me encantaría – Asentí y salí del estacionamiento. - ¿Siempre eres tan considerado o solo es porque me llenaste de porquería?

- Tal vez porque quiero conocer al hombre detrás del mito – Hable suave ¿Fui muy directo?

- ¿Siempre vas al grano? – Se enderezo en su asiento y cruzo los brazos sobre el pecho, sonaba bastante irritado.

- ¿Y si digo que creo ser el único en toda la maldita escuela que ve algo muy mal en todo esto? – Le lance una mirada rápida para devolverla al camino.

- Te diré que no eres el primero que usa ese truco. – Ladeo la cabeza en mi dirección – Además siendo amigo de Nakamoto y Kim... - Hizo una mueca.

- Después de hoy, estoy más que seguro que hay una gran diferencia entre esos dos y yo – Bufe – No te pido que empieces a cantar todos los hechos uno tras otro en este mismísimo instante, tomate el tiempo de conocerme y decide si soy de confiar. Tenemos un verano por delante.

Ten se calló por completo en la siguiente hora, una vez en el mirador a las afueras de la ciudad, y si, bien bien lejos de la escuela, volvió a mirarme. Vi como desabrocho su cinturón y se volteo para mirarme.

- Bien – Me extendió la mano – Hendery de la clase 36C, estas apunto de conocer al verdadero Ten, no al "Chico del 36B." El que no se define por frases, ni porcentajes o por tres te amo entrecortados en un audio en soundcloud y mucho menos por una foto. Este Ten no es el mismo que ha pasado de boca en boca, al que han desfigurado las masas. Así que espero escuches sin prejuicios lo que jamás pensé narrar, mi parte de la historia.

Tome su mano con firmeza y asentí, era el inicio para la pieza final del rompecabezas.

De Boca en Boca | TENDERY |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora