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5. Zemblanity, una palabra muy apropiada para describirte ¿No crees?

Había algo en Johnny que simplemente no encajaba con los perfiles de Hansol o de Taeyong, entre más avanzaba su relato algo comenzaba a esclarecerse, era una clara barrera entre Doyoung y ese "Algo" que tanto anhelaba, pero mientras que Hansol y Taeyong parecían ser como una gran peste que debía erradicar, Johnny solo era un molesta maleza mas no un problema mayor.

- No quería estar más en medio de ese ambiente toxico – Johnny negó – Yuta no podía ni respirar el mismo aire de Ten. Jaehyun y Taeyong eran un gran drama romántico, verlos apuñalarse con sarcasmo a diario comenzaba a ser desgastante. Ten fue arrestado y no volví a saber de ellos, debo admitir que me empezaba a agradar la calma pero el tailandés volvió y se paseaba como un alma en pena por los pasillos, cuando me pidió ayuda no dude en dársela, aunque sabía que pasaría. Yo era su único amigo junto con Doyoung.

- ¿Con que te amenazo? – Yuta se acomodó mejor para mirarlo.

- No lo llamaría una amenaza, solo me llevo al límite y yo no estaba ahí para eso, iba a dejar que lidiaran solos con sus problemas. – Johnny miraba sus piernas las cuales se encontraban restringidas por las mínimas dimensiones de mi automóvil. – Doyoung solo se sentó a mi lado en las escaleras de la entrada, fue directo al "No me gusta que le ayudes a Ten."

- ¿Entonces por qué actuaste así? – Algo empezaba a molestarme, algo faltaba.

- Actué irracionalmente, la verdad estaba saturado y solo lo deje a él con la carga y me arrepentí por mucho tiempo de eso, porque ate los cabos, Doyoung siempre estaba ahí. Dejaba que todo se desmoronara sin involucrarse en lo más mínimo para luego interceder en el último instante y siempre que lo hacia uno de nosotros jamás regresaba – Miro a Yuta, el japonés parecía comenzar a ver la relación, me acomode en mi asiento, aun no veía como podíamos acorralarlo para que confesara.

- ¿Qué es lo que quiere de él? No puedo entenderlo – Yuta suspiro. Mis ojos se pasearon por ambos acompañantes.

- Lo quiere a él, como un objeto de su propiedad – Tome el volante con ambas manos y pasee mis pulgares por la textura irregular de este.

- Creo que va más allá – Johnny puso su mano derecha en mi hombro y se asomó por el medio de los asientos. – Es un tira y afloja, casi que como cuando entrenas a un perro. Doyoung llegaba como un héroe al final de la tormenta y lo recompensaba con atención, cariño y comprensión, pero Ten no entendía su mensaje y se distraía en el proceso por eso era "golpeado por un periódico" y se le privaba de aquella distracción, jamás supe que le hizo por mi culpa.

- No pasó nada – Respondí inmediatamente, sabía que había sucedido pero Johnny no debía vivir con eso, no había que hacer más daño.- Solo lo aisló, pero no lo hirió más, hasta hace unos días.

- Creo que tienes razón – Hablo Yuta mirando al más alto – Es un patrón muy marcado si lo analizas. Cuando quería un amigo lo hostigo, cuando había encontrado el amor lo mando lejos, a ambos la verdad... - Johnny apretó su mano, el japonés le sonrió ligeramente. Al observar esa escena me di cuenta lo miserables que eran todos, antes pensaba en ellos como perpetradores, parte de una obra más grande, pero eran solo simples peones cuyas vidas habían sido pisoteadas también, viviendo con miedos y traumas como los de Yuta, con arrepentimiento como el de Johnny, con frustración como la de Taeyong y un muro de frialdad como el de Jaehyun, más de lo que alguien de menos de 20 años debería soportar.

- Me enseño ese video a la salida de la escuela – Jaehyun comenzó a narrar mirando a Yuta, sus dedos de movían inquietos sobre sus rodillas – Era la casa de Tae, era de noche grabo los rostros de sus padres dormidos y merodeo por la casa. El video ya era retorcido de por sí, pero luego entro a la cochera y comenzó a cortar la red eléctrica, los cables hacían chispas. Fue al jardín e hizo lo mismo, al final solo decía "es solo cuestión de agregar agua" y el video acababa. – En este punto ya se estaba ahogando en sus propias lágrimas, su esposo se sentó a su lado para darle su apoyo. – Obviamente primero me altere y amenace con reportarlo mientras intentaba quitarle el teléfono de las manos, pero él lo tiro escalera abajo como si se tratara de nada para luego tomarme a mí y empujarme para caer por el mismo camino, no podía levantarme.

- ¿Cómo te convenció de irte? – Yuta miro a Taeyong para así darle tiempo a Jaehyun de recuperar el aliento.

- Mi padre había encontrado los daños en el jardín, y los mando reparar pero la luz seguía sin volver. Recuerdo que Jaehyun solo me suplicaba que accediera sin éxito pero menciono el daño y señalo la caja de fusibles, por alguna razón no habíamos pensado en ella, no usábamos mucho la cochera, cuando abrí la caja los las palancas solo cayeron a mis pies y los cables estaban picados en pedazos, pensé que Jaehyun era el responsable por un segundo pero solo me callo – Miro a su pareja la cual no podía ni levantar la cabeza – Doyoung ya estaba adentro con mis padres pero yo no sabía que era el, Jaehyun solo me sacudió y me dijo que por lo menos fingiera acceder para ganar tiempo, aun no entendía pero le dije que lo haría y espere que se calmara.

- Cuando subimos él ya estaba ahí – Jaehyun retomo la historia. – Tenia una botella de agua en su mano, le dijo al padre de Taeyong que conocía a un electricista excelente que les podía ayudar con los daños en su casa. Pero hacía mucho tiempo que él y Tae no hablaban – Yuta me miro.

- Ahí todo hizo clic, me le iba a abalanzar pero Jaehyun me sostuvo del brazo, recuerdo su sonrisa de superioridad al dejarlo salir de mi casa. – Tomo la mano de Jaehyun y me miro.

- ¿Por qué no lo reportaron? – Los mire confundido.

- Siempre está un paso adelante, cuando todas las piezas comienzan a encajar te das cuenta del efecto domino que causaba la ira de Doyoung. Ten era mi todo, pensaba casarme con él, pero detrás de él estaba esta persona sin límites y me preocupaba no poder protegerlo o proteger a mi familia y a mí mismo, me di cuenta de que no podía acabarlo actuando por impulso, así que accedí a irme, pensé que así ganaría tiempo, busque la forma de vencerlo pero siempre habían cabos sueltos. Al final volvimos a estar juntos así que deje de intentarlo y empezamos a vivir como si no hubiera pasado.

Una llamada me saco de mi trance, al igual que ha Yuta y a Johnny, la pantalla de auto se ilumino con "Llamada entrante de Yangx2."

- Yang Yang, si olvide algo mas iré mañana –Tome la llamada en alta voz.

- Estoy herido... - Su respiración era irregular aunque su voz era suave y entre dientes – Sé que me está siguiendo así que te dejare algo, ven a buscarlo.

- ¿Dónde estás? – Encendí el motor y comencé a retroceder.

- En casa de Doyoung – Pare en seco, Yuta y Johnny me miraron.

- ¿Qué es lo que vas a dejar? – Yuta comenzó hablar, mientras me sacudía para que siguiera conduciendo.

- ¿Yuta? Mi teléfono... - Susurro, se quedó callado por unos momentos y jadeo – lo voy a tirar detrás de un auto rojo, voy a salir de aquí. – La llamada se cortó y acelere a todo lo que da.

El camino se hizo eterno, entre la distancia y el profundo silencio al interior del vehículo. No entendía muchas cosas con respecto a lo que estaba pasando solo esperaba no encontrarme con lo peor. Llegamos a la entrada, por poco saltamos fuera del auto aun encendido, apague el motor y corrí a la portería, habían autos de policía adentro del complejo.

- ¿YangYang? Un joven, estaba herido... -Yuta comenzó a preguntarle al portero, pero él se apresuró en interrumpirlo.

- Hace poco se lo llevo la ambulancia, colapso aquí en la entrada – Señalo la sangre que había en el suelo. El aire abandono mis pulmones, abrí la reja y entre corriendo, buscando en el estacionamiento el famoso auto rojo, Yuta y Johnny me seguían los pasos.

- ¡Aquí! – Tome el teléfono y lo mire por un segundo para luego guardarlo en mi bolsillo – Hay que ir al hospital, estoy seguro de que estos chicos no lo tienen y no durara en ir a terminar el trabajo – Señale a la policía rodeando la torre donde se encontraba el departamento de Doyoung. – Yuta asintió y corrimos de nuevo en dirección al auto.

De Boca en Boca | TENDERY |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora