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Yuta miraba la ventana con el celular de YangYang en la mano, tratábamos de averiguar su contraseña, baje la velocidad cerca de un semáforo, el americano se aclaró la garganta, lo mire por el retrovisor mientras que el japonés se volteo para darle toda su atención.

- ¿Intentaste con su cumpleaños? – Me señalo con la cabeza – Digo, dijiste que es su ex ¿No? – Negué rápido, volteando a mirarlo.

- Terminamos hace mucho... - Yuta me callo con un poco sutil "shh."

- Casi se mata por un problema que es más de tu incumbencia, lo voy a intentar. – Yuta comenzó a ingresar la información y el semáforo cambio, bufe mientras giraba el volante a la derecha.

- ¿Por qué no esperas? No falta tanto para que lleguemos de todas formas – Dije ubicándome tras otro auto para entrar al estacionamiento del hospital.

- ¡Funciono! – Voltee a mirarlo, Johnny ya estaba asomándose por el medio para ver lo que había adentro. – Parece que estas en medio de algo complicado – El japonés sacudió el teléfono desbloqueado en mi dirección.

- Un audio – Johnny paso su dedo por la pantalla, yo saque la tarjeta de la máquina y empecé a buscar un lugar.

- ¿Crees que lo hizo confesar? – Yuta me miro, suspire.

- Seria de gran ayuda, pero es como si acabara de vender su alma al diablo – Dije mientras retrocedía, Johnny y Yuta se miraron. – Ya lo ataco a matar una vez, si no lo encuentran no tendrá tranquilidad más adelante. – Apague el motor.

Entramos directamente a emergencias pero ya lo habían trasladado a una habitación, llegamos al piso y pasamos por el mismo control reglamentario para caminar brevemente por el pasillo buscando su habitación.

- Hendery – Me miro una vez abrí la puerta, a simple vista se veía entero así que mi primer instinto fue acercarme a buscar sus heridas.

- ¿Dónde? – Tome su manos y me senté a su lado, su rostro pálido repaso los nuestros.

- Dos... puñaladas en la espalda – Dijo suave con su débil voz – No perforo nada importante, solo fue la pérdida de sangre – Apretó ligeramente mis manos, tal vez ante mi mirada de horror, voltee a mirar a Yuta, sus ojos estaban a punto de salirse de orbita.

- No es su estilo – Dijo el japonés aclarándose la garganta mientras se acercaba a la camilla. – Que bueno que estés bien. – El menor le sonrió.

- Estarías mejor si no te hubieras metido – Mire sus manos, cuando alce la mirada me encontré con su rostro sin expresión.

- Podrías decir gracias y ya – Negué con un ligero bufido, Johnny arrastro literalmente a Yuta fuera de la habitación, dejándonos en un profundo silencio.

- Casi te pierdo por algo como esto – Fruncí el ceño – No es tu problema, no es de tu incumbencia ¿Por qué? ¿Cómo es que sabias siquiera que Doyoung tenía algo que ver?

- Su historia se deformaba cada vez más, me quede muy preocupado con el rostro que hiciste la otra vez cuando te fuiste corriendo – Ayude a que se acomodara mientras que hacia muecas de dolor. – Lo sé todo ahora, cada morboso detalle. Empezó contando todo como si fuera ajeno a él, pero siente cierto orgullo por su último acto en el campo de futbol, tomo toda la responsabilidad por ese sin siquiera dudarlo. –Los ojos se le aguaban - ¿Dónde está Ten?

- Escapo – Tome su rostro entre mis manos, sentía rabia pero ya lo había hecho y lo único que podía hacer era agradecer que no hubiera sido más.

De Boca en Boca | TENDERY |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora