Disclaimer: Hey Arnold no me pertenece, todos los derechos corresponden a Craig Bartlett y Nickelodeon salvo la idea de la historia y los personajes inventados.
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Han sido unas semanas sumamente difíciles, no solo estuvimos preparando el papeleo para poder entrar a la preparatoria sin problema, también el preparar la mudanza a nuestro nuevo hogar, aún no le hemos dicho a Helga que iremos a vivir a Nueva York y mucho menos que estudiaremos en la misma preparatoria, ella suele ser una persona difícil de sorprender.
Los padres adoptivos de Helga pudieron conseguirnos un departamento donde podremos acomodarnos los cuatro, Gerald, Phoebe, mi mamá y yo; como no queríamos que mis abuelos se quedarán solos, mi papá decidió quedarse con ellos, claro que este departamento lo ocuparemos temporalmente, aunque mis padres creen que sería un despilfarro el comprar una casa aquí sí solo permaneceré durante mi estancia en preparatoria, al entrar a la universidad, me quedare en los dormitorios que ofrecen, aunque aún no he decidido a cual ingresare.
Mi mamá nos había dicho que el departamento estaría amueblado por lo que solo llevaríamos nuestra ropa y alguna que otra cosa que pudiera servirnos, empacamos todo, colocamos las cajas con su respectiva etiqueta en el camión de mudanza, los padres de Phoebe y la familia de Gerald llegaron a Sunset Arms para despedirse de sus respectivos hijos.
– Espero que te portes a la altura de tu edad Gerald, y no olvides ahorrar energía lo más que puedas.
– Si papá, lo tomare en cuenta – decía Gerald con un tono de fastidio, a pesar de todos estos años, el señor Johanssen aún nos torturaba con el asunto del despilfarro de luz y todo eso.
– Esfuérzate en tus estudios hijo, recuerda que esa escuela no es precisamente barata.
– Vamos cariño, ya no lo tortures con las cuestiones materiales, estoy segura de que Gerald sabrá apreciar el esfuerzo que has hecho por él.
– Sí papá, tendré en cuenta todos tus consejos, no te preocupes por eso, además, te recuerdo que no estaremos solos, la señora Shortman estará con nosotros y créeme cuando te digo que puede ser un poco más estricta de lo que aparenta.
– Y eso es algo que agradezco mucho – decía el señor Johanssen con sus brazos cruzados a la altura de su pecho.
– Oh mi pequeña Phoebe, cuidate mucho, esfuérzate en tus estudios y no olvides practicar tus ejercicios de artes marciales de vez en cuando.
– Claro papá, ustedes también cuídense mucho, les prometo que les hablare por teléfono seguido.
– Estamos orgullosos de ti cariño, no olvides alimentarte sanamente y por favor obedece a la señora Shortman en todo lo que te diga.
– Claro mamá, aunque ya no soy una niña, no te preocupes, estaré bien.
– ¿Estás segura de que tienes todo lo que necesitas Stella? – preguntaba mi abuelo quien hizo que mi vista se dirigiera a él.
– Si, ¿estás seguro de esto Phil?
– Claro que si, además el chaparrito necesitara de los consejos de su madre a lo largo de su adolescencia, se que estará bien sin el torpe de su padre – decía señalando a mi padre quien se había tropezado con la cuerda de seguridad que estaban colocando en el camión de mudanza.
– Soltando una pequeña risita de complicidad – No se que me preocupa más, si nuestra estancia allá o que Miles este a cargo de ustedes.
– Abuelo, extrañare mucho tus ocurrencias.
– Yo también los extrañare mucho chaparrito, pero ya es hora de que vueles fuera del nido y explores los deliciosos placeres que te da la vida, solo se vivé una sola vez.
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Aprendiendo a Vivir
Fiksi PenggemarCada uno de nosotros enfrenta diferentes circunstancias que nos hacen lo que somos, en ésta historia veremos como es la vida para Arnold y Helga, ¿qué será lo que la vida les deparará para que puedan estar juntos? después de todo la vida no es fácil...