Capítulo 12

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Miré a mi madre, ella miraba a mi padre, él me miraba a mi y Shawn también.

—¿Qué...? ¿Qué estás haciendo aquí?

—Te vine a ver. Eres espectacular. Cantas muy bien. Tienes un don en tu garganta.

—No. Me refiero mejor a quién te invitó.

—Llamé a tu madre ayer ya que no respondes mis mensajes. Ella me comentó que estaría cantando aquí y quise venir a ver a mi pequeña.

No voy a llorar. No voy a llorar. No lo haré.

Ya ha sido suficiente estos días.

—Quiero que te vayas. No te quiero aquí.

—Lana...

—Cállate, Shawn.—lo silencié.—¿Qué es lo que quieres?

—Una tarde contigo. No más de dos horas si así lo quieres.

Lo pensé. ¿Valdría la pena? No podía seguir detestando a una persona por toda mi vida.

Miré a Shawn. Y eso era lo bueno de mi relación con el castaño. No necesitaba palabras para saber que le estaba diciendo.

Él asintió.

—Una oportunidad. Se jode y me pierdes para siempre.

—¡Eso es maravilloso! Muchas gracias. Muchas gracias. No te arrepentirás.

Yo suspiré. Observé a Shawn por una milésima de segundo, para luego bajar la mirada.

—Gracias.

—Está bien.—respondió encogiéndose de hombros.—Ten una buena tarde.

Asentí. Mi padre me tendió su brazo, el cual tomé algo incómoda.

—¿Te voy a dejar a tu casa, Shawn?

—No se preocupe, señora Rhodes. Ya tengo a alguien que me lleve.

Apresuré el paso. Salimos de la escuela y llegamos hasta el lujoso coche de mi padre.

—Tengo muchas cosas por contarte.

—¿Estará Valerie?

—No. Le solicité el divorcio.

Lo miré sorprendido. ¿Era una broma? ¿Habrá sido por mí?

—¿Qué? ¿Por qué?

—Al parecer una tarjeta de crédito negra es mucho más importante que un hombre viejo de mi edad.

—Me gustaría decirte que lo siento, pero ella no me gustaba. Así que, estoy feliz. Lo siento, pero es verdad.

Mi padre rió.

—Igual a tu madre... Bueno, creo que sacaré lo más importante a la luz, antes de que sea más tarde. Tienes un hermano.

—Lo veía venir.—susurré.—¿Cómo se llama?

—Henry. Tiene tres años. Casi cuatro. La próxima semana es su cumpleaños y me gustaría que fueras.

Fruncí los labios.

—No lo sé. Tal vez vaya.

— Me alegraría mucho.

Tenía un hermano pequeño. De todas formas, me interesaba saber de él. Conocerlo. El pequeño Henry no tenía la culpa de lo estúpido que su padre era. Se merecía una oportunidad.

Mi corazón últimamente dolía. Shawn se veía bastante mal. Tenía bolsas bajo los ojos, éstos tenían un color rojizo y su sonrisa estaba apagada. Como si estuviera... Roto.

Better Off; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora