Better Off; Shawn Mendes

Capítulo 19

Tomé aire. Lo mantuve. Lo solté con lentitud. Las lágrimas bajaban por sí solas. El pecho me ardía, mi cabeza dolía pero lo peor era el sentimiento de remordimiento que tenía en todo mi cuerpo. La comida que mi madre me había venido a dar hace unas tres horas descansaba en mi mesita de noche, completamente intacta. No comía, me pasaba horas despierta en la noche y no lograba concentrarme en clases menos al ver la mirada rota de Shawn.

Él tenía razón. Él me había hecho mucho daño, pero lo que yo hice, pasaba los límites.

Pasé un pañuelo por debajo de mis ojos, limpié mi nariz y me levanté. Caminé unos pasos hasta el baño y me lavé la cara. Debía intentar algo al menos. Bajé las escaleras, tomé mi abrigo y pasé mis brazos por las mangas, lo acomodé y justo cuando estaba a punto de salir, mi madre me interrumpió.

—¿A dónde crees que vas, señorita? Has estado demasiado rara en estos últimos días y no te lo permitiré.

—Sé que no he estado en mis cinco sentidos, pero con todo esto de la graduación, el... baile y todo, he estado muy estresada. Estoy en mis exámenes finales.

Mi madre entrecerró los ojos y me miró con una ceja alzada. Muffin saltaba en mi pierna.

—Te espero a más tardar a las ocho, ¿de acuerdo?

—Estaré antes aquí. Lo prometo.

Me despedí de ella y me fui. Caminé rápidamente hasta la casa de aquel árbol de persona que tanto quería. Antes de salir de casa, intenté arreglar mi aspecto como pude, tenía ojeras, signo inequívoco de que no estaba durmiendo como correspondía. Básicamente, tenía cara de zombie.

Al llegar, toqué la puerta varias veces. La señora Mendes me abrió.

—Hola, Karen... ¿Está Shawn?

—Hola, cariño. Sí, está en el jardín. Adelante.

Entré con una sonrisa algo forzada.

—Lana, antes de que vayas, ¿te puedo preguntar algo?

—Por supuesto.

—¿Ocurre algo con mi hijo? No ha estado bien estos días. Intento hablar con él pero ya sabes cómo se pone cuando no está bien.

—Sé lo qué pasa y por eso estoy aquí. Me gustaría darle detalles pero creo que es algo entre él y yo y no quiero agrandar más el problema.

—Por eso no venías.

Asentí algo apenada. Karen Mendes me abrazó fuertemente y es que lo necesitaba. La abracé de vuelta con la misma efusividad. Cerré mis ojos al sentir lo reconfortante del gesto.

—Gracias.—susurré.

Una vez que ya me había separado, caminé con algo de temor al jardín. A lo lejos vi a Aaliyah tacleando a Shawn mientras fingían golpes.

—¡Maldita, eso no se hace!

La cogió en brazos y le dio una vuelta. Cuando la dejó en el suelo, la pequeña Mendes perdió el equilibrio, cayendo en el césped mientras reía a carcajadas, a diferencia de su hermano, que sólo la miraba con una sonrisa ladeada. Me acerqué aún más. Aaliyah me miró, borró algún sentimiento de felicidad de su rostro y me apuntó con su cabeza. Mi corazón se encogió en el momento en que Shawn me observó.

Iba a sonreír cuando lo vi caminar en mi dirección, pero me quejé al sentir como su hombro chocaba contra el mío bruscamente.

—Shawn, por favor... Quiero hablar contigo.

—Que lástima porque yo no quiero hablar contigo.

—¿Qué tengo que hacer para que me dejes hablar contigo?