Capítulo 21

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Si tan solo me pagaran unos cuantos dólares por cada vez que Shawn me mintiera, ya estaría en la lista de multimillonarios de Forbes.

¿Qué debía hacer una hermosa joven como yo para recibir aunque fuera una miseria de honestidad en su vida? Quería una respuesta, pero no la había.

Shawn Peter Raul Mendes me iba a proponer un noviazgo el día de nuestra graduación pero todo se fue por la borda cuando me enteré de que había hablado sospechosamente con Niall.

Lo recuerdo como si fuera ayer... Porque fue ayer.

Niall
Hola, ¿qué tal todo, Mendesito? ¿Tienes todo listo para mañana?

Shawn
Como se  diría en español, por supuesto.

Shawn
Estoy nervioso.

Niall
Pues claro que deberías estarlo. Lana no se debe esperar todo lo que viene. Pobre niña.

Shawn
Lo sé pero sé que lo entenderá. Tal vez no lo merece, pero debería ser capaz de entenderlo.

Y luego de una sesión de encarar, me dijo que Hailee lo había besado y que él no se había separado con tal de no hacerla sentir mal. Mi corazón se había roto en mil pedazos.

—¿Qué mierda estabas pensando, Mendes?

—¡En ti, Lana! Sé que la jodí, ¿está bien?

—No, claro que no. ¡Es Hailee!

Recuerdo aquella noche con un dolor agudo en el corazón.

—¿Qué hay de ti y Niall? Todavía se hablan y muy seguido.

—Sí pero no ando besándolo.

—¡Supéralo de una jodida vez! Ya sucedió. ¿Qué más quieres que haga? ¿Que vaya al edificio más alto y me lance?

—Si es necesario, sí.

Todo terminó conmigo cerrándole la puerta en sus narices. Estaba muy enfadado, pero yo estaba aún peor. Me sentía nuevamente traicionada.

Cuando llegué al campus, rogué porque no me tocara una habitación al lado de él, o siquiera cerca, pero luego me enteré de que Shawn había solicitado especialmente una junto a la mía. Casi lo asesiné. Normalmente nos despertábamos a la misma hora, comíamos a la misma hora y teníamos clases a la misma hora. No había forma de evitar a Shawn Mendes.

La bienvenida en la universidad fue cálida y algo abrumadora. Me sentía sola y tener a mi mejor amigo colgando de mí casi todo el día, no ayudaba demasiado.

Ahora estaba en la fiesta de bienvenida. Un chico rubio con ojos celestes se acercó a mí y me tendió un vaso rojo. Lo miré con el ceño fruncido.

—Veo que eres nueva, bienvenida.

Acepté. Bebí del vaso, me alejé algo disgustada. Era cerveza. Como la odiaba.

—Mi nombre es Lana. Lana Rhodes.

—Bienvenida, Lana, Lana Rhodes. Mi nombre es Benjamin.

—Un gusto en conocerte.

Maldición, era demasiado guapo. Sus ojos brillaban y tendía a morder su labio inferior de vez en cuando. Su cabello dorado descansaba con algunos rizos sobre su frente. Me recordó al cabello del hombre que me estaba mirando fijamente desde una esquina.

Better Off; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora