Capitulo 18

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Recién había salido de la ducha, llevaba una bata y el pelo recogido en una toalla. Miré la caja del vestido y suspiré. Lo saqué, me lo coloqué con mucho cuidado y me miré en el espejo. Me sentí muy bonita en aquel momento.

—Hija, te ves preciosa. Pero no debiste haberte puesto el vestido de inmediato. Tienes que maquillarte y peinarte todavía.

—¡Mamá! Te he dicho que no entres a mi habitación sin tocar.

—No sé qué ocurre contigo, hija. Has estado muy rara últimamente.

Suspiré.

—He pecado, y de forma terrible. Pero no te tienes que preocupar, ya está todo arreglado.

—Soy tu madre, cariño y sé que eso es mentira. Te daré tu tiempo, ¿de acuerdo? Cuando estés lista para hablar, ven conmigo. Siempre podrás contar en tu vieja mamá.

Le sonreí. Le pedí ayuda para que me pusiera el collar de cristales que había usado para una cena con mi padre, era hermoso. Fui hasta el baño y me sequé el cabello con la secadora, claramente. Busqué por YouTube como hacer ondas al estilo Lana del Rey. Lástima que no me resultó a la primera pero luego lo logré. Me hice un maquillaje bastante simple, un delineado fino, iluminador en los pómulos y un labial del mismo color del vestido.

Iba en búsqueda de mis tacones a mi habitación cuando vi al demonio en persona sentado en mi cama y un ramillete en su mano.

La culpa de haber dormido con su mejor amigo me azotó como si de un látigo se tratase.

—¿Qué haces aquí?

—Mira, Lana. Seré muy directo contigo... Sé que no estamos en términos de hablar pero eres mi pareja del baile y no te dejaré ir sola, ¿de acuerdo? No lo mereces.

—Deberías preguntarle a Hailee si te acompaña. Demás que está libre y puede que tenga una habitación en un hotel reservada, puedes sacarle provecho.

—¿Qué? ¡No! No me interesa, Hailee. Solo tuve un resbalón con ella y fui débil pero me arrepiento mucho. No sabes cuanto te extraño, Lana. Además, te ves hermosa el día de hoy.—sonrió con tristeza.—Te traje este ramillete, va a juego con tu vestido.

Lo tomé y me lo coloqué en la mano derecha.

—Gracias. Es precioso.

—También sé que no te debería pedir nada, pero necesito que me hagas un favor.

Te acostaste con su mejor amigo. Te acostaste con su mejor amigo. Te acostaste con su mejor amigo.

—Dime.

—Pretende que todo está bien entre nosotros, que yo nunca le hablé a Hailee y ven al baile conmigo. Solo esta vez, por favor. Después de esta noche, puedes odiarme todo lo que quieras. Quiero tener un buen recuerdo. Sobretodo si es contigo.

No supe si era el remordimiento de lo que había hecho con su mejor amigo o algo así, pero acepté su propuesta. Prefería pasar una noche hipócrita feliz con él a que pasarme todo el tiempo enfadada o incluso amargada.

Shawn me extendió su brazo, el cual tomé y estuve a punto de salir, pero me detuve.

—Espera que olvido mis zapatos. No puedo ir descalza.

Deslicé mis pies en los tacones y bajé con Shawn. Muffin saltó en los pies de mi "mejor amigo". Reí mientras le lanzaba un beso.

Mamá apareció de la nada con la cámara instantánea que solía ser de mi abuelo, pero nos la regaló hace un par de años. Es increíble que todavía funcione. Él le tomaba fotos a mi abuela cuando trataba de conquistarla. En sus tiempos de gloria.

Better Off; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora