Better Off; Shawn Mendes

Capítulo 14

Al llegar a mi habitación junto a Shawn, lo primero que hice fue sacarme las zapatillas y mi chaqueta. Antes de acostarme en mi cama, me puse un sweater, el cual era el favorito de Shawn.

No recordaba esa parte.

Lo miré mientras acariciaba mi brazo con una sonrisa ladeada.

—¿Y bien? ¿Qué quieres hablar?

—¿Me puedo acostar a tu lado?—asentí.

Shawn llegó a mi lado, sacando sus zapatos también, y apoyó su cabeza en su mano izquierda. Estábamos cara a cara.

—Adoro tu sweater.

—Lo sé. Ya me lo has dicho. No evadas el tema, Shawn. Viniste a hablar.

—Pues eso. Corté con Hailee en la mañana por todo lo que ha dicho de ti y de Hailey. Pienso que es algo apropiado de hacer, menos si se trata de alguien como tú.

Alcé ambas cejas.

—¿Alguien como yo? Pues gracias. No sé si estar feliz o preocupada.

—Sabes que no me refiero a eso, Lannie Banani. Eres hermosa, generosa, humilde... Eres perfecta.

—Sí, como no, Shawn. Literal, preferiste siete minutos en el paraíso a una vida con tu mejor amiga. Lo de Hailee no te funcionó y ahora vienes a buscarme, ¿no?

—Claro que no, Lana.

Cerré los ojos, evitando llorar. Todo esto me debilitaba. Dejé que mi mejor amigo acariciara mi mejilla, y al observarlo, vi que tenía lágrimas acumuladas y la nariz roja.

—Eres lo mejor que me ha pasado, Lana, supongo que nunca me di cuenta hasta que no te tuve en mi vida.

—Me traicionaste cuando más te necesitaba, Mendes. ¿Sabes cómo eso me hizo sentir? No. No tienes una puta idea. Para tener que después aguantar que todos tuvieran una opinión sobre lo que no había pasado en realidad...—sollocé.—Toda esta mierda apesta. ¡Apesta! Y no hay nada que pueda hacer para detenerlo.

—Pero todo eso no fue mi culpa, L. Yo jamás hubiera hablado de ti de la manera en la que Hailee lo hizo.

Mordí mi labio.

—No, eso lo sé.

—Dame una oportunidad, Lana. Sólo eso te pido y te demostraré que todo será igual, incluso mejor que antes. Por favor, Lana. Te lo ruego.

Tomé asiento en mi cama y lo observé. Sequé mis lágrimas con mis manos como pude.

—¿Cómo pretendes que yo vuelva a confiar en ti? No es tan fácil.

—Prefiero demostrar con hechos que prometer con palabras, Rhodes.

Cogí aire y lo solté con lentitud. No sabía que hacer. Porque sí, a pesar de todo, extrañababa Shawn y mucho. Me hacía falta. Era parte de mi día a día. Muchas veces cometemos errores y sé que al tenerlo a mi lado, podré olvidarlo.

—Estás perdonado.

—¿Qué?

Si tan sólo no lo hubiera hecho.