Capítulo 25

355 29 1
                                    

—¿Te ayudo a bajar tu maleta?—pregunté.

Shawn me sonrió para luego asentir.

—Gracias.

—¿Estás nervioso?

—Algo. Ya sabes, hace mucho que no veo a toda mi familia junta. Me hará bien. Ojalá fueras conmigo.

—Me encantaría.—confesé caminando a través del aeropuerto.—Pero ya sabes que no puedo. Quiero ver a Mamá, y...

—Lannie, está bien. Ya sabes. Te traeré un regalo de los Maple Leafs, iré al partido del quince.

—Ya sabes que ganarán.

Sin darnos cuenta, habíamos llegado a la puerta cinco, puerta donde Shawn debía pasar, hacer trámites e irse a Canadá. Sus padres lo estaban esperando. Mi madre estaba preparándome una sorpresa, le dije que llegaría en media hora.

Mi novio iba con su sudadera favorita.

—No quiero que te vayas, pero es sólo un mes. Será muy rápido. No nos daremos cuenta y estarás de vuelta conmigo, ¿cierto?

—Así será, cielo. Lo prometo.

Jadeé para luego abrazarlo fuertemente. Sentí su mentón sobre mi cabeza y maldije porque él fuera tan alto. Odiaba tanto despedir a las personas, sin importar si los volvería a ver. Un sentimiento de nostalgia se instalaba en mi pecho con fuerza.

—Te amo.—susurré bajito.

Pensé que no me había escuchado porque no había respondido, pero me equivoqué ya que me separó de él, y me besó. Una vez que me soltó, sonrió para después acariciar mi mejilla.

—Yo te amo más.

—De acuerdo. Vete antes de que te obligue a quedarte.

Shawn rió.

—Eres adorable.—comenzó a apretar mi mejilla, gruñí.—Y mi chica favorita.

—¿Tienes otras?

—Obviamente. Las mujeres me llueven.

Solté una carcajada para luego besarlo castamente. Se separó de mí y luego se volteó.

—Ten buenas vacaciones. Te amo.

—Tú igual. Yo igual a ti, imbécil.

Mi corazón dio una vuelta al verlo irse por la gran puerta número cinco. Veía sus rizos moverse a medida que avanzaba.

—Te extrañaré.

Suspiré. Me di vuelta y traté de olvidar lo que estaba pasando. Quería llegar a casa lo más pronto posible, mi madre me hacía mucha falta. Al llegar al estacionamiento, subí de inmediato al coche, lo encendí y comencé a conducir. Puse algunas grabaciones que Shawn había hecho la semana pasada, ambos habíamos comprado un micrófono y lo estábamos probando. Él había escrito una canción, que según él, estaba basada en mí pero todavía no tenía un título para ella.

No estaba completamente terminada tampoco.

Oh, I've shaking, I love it when you go crazy...

Reí al escuchar la risa de mi novio después de esa frase porque en aquel minuto, mientras grababa, yo le había hecho cosquillas así que mi voz se sentía desde el fondo.

—¡Te sale precioso!

—No jodas, Lana.

Doblé hacia la izquierda, todavía me faltaban diez minutos para llegar a casa.

Better Off; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora