Capítulo 14

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Saber que todos piensan que te has follado al chico malo de la escuela es estresante, pero que varias chicas te pregunten como pudiste hacerlo es aún más.

— ¡___! —Grita una chica de cabello negro con una sonrisa más fingida que mi paciencia en éste momento— ___, somos amigas...

— ¿Qué quieres? —Pregunto sin rodeos. Jamás vi a ésta chica, ¿Cómo se atrevía a llamarme amiga?

— Ay, no seas así —Se queja inflando los cachetes como si fuera una niña—. Te quería hacer una pregunta.

Ruedo los ojos. Ya sabía cual era, ya la había escuchado bastante.

Era el segundo recreo, no pude hablar con Park Jisung por esto. Apenas sonó la campana y me habían agarrado y arrastrado para afuera para preguntarme la misma mierda.

— ¿Cómo hiciste para follarte a Jisung?

Follarte. Que palabra más fuerte, pero no podían cambiarla. Coger era lo mismo y eso de 'como hicieron sexo' ya no se decía tanto. 'Hicieron el amor' menos me dirían ya que, en sí, Park Jisung y yo no somos pareja, ni siquiera sé que somos. ¿Conocidos? Tal vez, no lo considero un amigo; tal vez persona cercana, sí, creo que este esta bien.

— No hicimos nada —Respondí cansada. Al ver que estaba por sacar su celular con la supuesta evidencia, volví a hablar—. Y por la foto solo te diré que me sentía mal y Jisung me llevó al cuarto del conserje.

— No te...

— Ya callate. —Se escuchó una tercera voz, reconocida por mí y por la muchacha frente a mí.

— Te dijo que no follaron. —Me defendió Sook.

Me irritaba escuchar tanto esa palabra. Era demasiado fuerte para mí, además de ya haberla escuchado muchas veces el día de hoy. Cansaba demasiado cruzarse con alguien y directamente escuchar "follar".

No entendía tampoco su locura, supuestamente Park Jisung vivía del sexo, ¿Qué les sorprende que lo haga conmigo? Si hasta lo hace con las profesoras. No entendía la actitud de los estudiantes.

La joven de nombre desconocido miró incrédula y ofendida a las muchachas que me defendían. Obviamente no me creería ni a mí ni a ellas, era una lástima.

Era extraño para mí ser el centro de atención. Siempre fui ignorada y que de repente todos; o mejor dicho todas, se me vengan encima me aterraba. No estaba acostumbrada a tantas personas a mí alrededor ni mucho menos todas las miradas sobre mí.

— ¿Y por qué ustedes le creen? —Cuestionó ésta colocando una mano en su cintura y poniendo la mayor parte de su peso en la pierna derecha.

— Por que queremos —Contestó Haneul gruñendo—. Dejala en paz.

La muchacha rueda los ojos, dando por hecho que se a rendido y se va dando media vuelta moviendo de un lado a otro sus caderas, como si tuviera mejor cuerpo que el mío.

— ¿Estas bien? —Pregunta Sook posicionando su mano sobre mi hombro.

— ¿Por qué de repente son así conmigo? —Me atreví a preguntar.

Era raro. Todos los días que me la pasé a su lado y terminar siendo ignorada como siempre no solo por ellas sino también por lo chicos para que de un día a otro estén pegadas a mí defendiéndome era inusual.

— ¿Cómo así? —Cuestiona Haneul.

— Me vivían ignorando junto con los chicos, ¿Y ahora me defienden?

— Nunca te ignoramos —Se defendió Sook—. Una cosa es que pienses que te estabamos ignorando y otra es que vivías con tus auriculares y callada.

Miré ofendida a la que acaba de hablar, pero al procesar sus palabras mi rostro cambió a una pensativa y apenada.

Alto... Tenían razón.

— Cada vez que te preguntábamos sobre algo vos estabas escuchando música a todo volumen mirando el piso —Aclaró Sook—. No queríamos molestarte ya que sabíamos que no te gustaba mucho el tema del cual hablábamos.

Sentí humillación y vergüenza. Las estaba culpando de algo que yo creaba, ¿Cómo podía ser así?

Me sentí horrenda, echarles en cara lo que pensaba tal vez haya sido lo mejor por el hecho de que, en verdad, si no se los hubiera dicho seguiría pensando cosas erróneas.

Quería ser tragada por el mismo piso o desaparecer mágicamente por la pena que sentía por mí misma en éstos momentos.

— Y-yo... —Balbuce.

— No importa. —Me tranquilizó Haneul.

Dejé de prestarles atención al ver a unos metros una cabellera rubia bastante conocida ante mis ojos.

— Lo siento —Dije—, me voy.

Dejándolas con sus dudas caminé rápido al joven que se había apoderado de mis pensamientos éstos últimos días. Al estar cerca paré de caminar al notar que no estaba solo, sus dos amigos andaban con él; éstos dos se reían mientras que Park se mantenía serio.

Por suerte para mí Park Jisung se dio cuenta de mi presencia, diciéndoles algo a sus cómplices para luego caminar tranquilo hacia mí.

Nervios era lo que sentía, no era raro tenerlo cerca mío, pero la sola idea de tenerlo cara a cara después del beso provocaba que mis mejillas se pusieran rosadas, mi corazón bombé sangre más rápido de lo normal y mi respiración sea complicada.

— Te he estado buscando. —Informa provocando que mis piernas empiecen a temblar por sus palabras.

— Me siento alagada. —Dije sarcástica con todo lo que pude y rió.

Su risa; su risa parecía una suave melodía que entraba por mis oídos y no salía jamás. Era tan dulce y tranquila que me quitaba el aliento.

— ¿Quieres saber el por qué del rumor? —Cuestionó éste mirándome a los ojos.

Asentí. Ante su tono y mirada parecía grave, como si mi vida estuviera en peligro. Pero quería ser fuerte. ¿Y si en verdad era una venganza suya y de los chicos?

Tenía miedo a lo que fuera a decir. Estar en una situación así ponía los pelos de mi nuca de punta. Presentía que algo no estaba bien y que verdaderamente las cosas no iban a mejorar del todo.

Pero por alguna razón no quería alejarme de él; de Park Jisung.

Cuando el joven rubio estaba por decir las primeras palabras a su explicación, una tercera voz se unió a la conversación, chillona y emocionada.

— ¡Jisung! —Gritó una pelinegra empujandome y abrazando al muchacho frente mío— Hola, bebé. ¿Me extrañaste?

La palabra mencionada por ella me dejó desconcertada. ¿Bebé? ¿Por qué lo llamaba bebé?

— Te vi ayer, no jodas. —Reprochó este molesto.

De alguna manera me hirió el que le haya respondido a la chica y no haberle dicho nada al respecto por su apodo.

— Te quiero llevar a un lugar —Informó la chica separándose del rubio—. Vamos.

— No.

— ¿Por qué no? —Cuestionó enojada.

— No quiero —Aclaró Jisung separándose por completo de ella—. Ya vete.

— Pero...

— Vete.

El odio de la chica hacia mí me dio un escalofrío. Lo supe por su mirada llena de rencor y furia dirigida a mí antes de irse.

¿En qué me estaba metiendo?

— Ella es la causante del rumor —Declaró Jisung— y mi acosadora personal.

⌜Chico malo⌝ Park Jisung  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora