⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔

Capítulo 26

Algunas veces, la vida puede ser difícil. Me gusta creer que es así para prepararnos para el mañana, para poder ser más fuertes y poder enfrentar todo con más simpleza.

Me encantaba creer eso.

Los gritos de llanto de mi madre se escuchaban desde mi habitación, ella se encontraba en el comerdor; al parecer se estaba entreteniendo mucho rompiendo todo lo que había a su alrededor. Pero tenía que ponerme en su lugar, seguramente no era lindo perder la custodia de su hija.

El día en el que mi custodia estaba en juego, un día de mucha pelea y decisión, había ganado el señor quien recién conozco, mi verdadero papá.

Al parecer era algo bastante obvio. El señor quien daba la decisión había dicho que era mejor para mí estar con mi papá al ver la escena que había hecho mi mamá con DaeHyun. Demasiadas discusiones hacían y al parecer eso podría hacerme traumas.

Mi papá lloró, al igual que los otros dos. ¿Y yo? Yo ya no sabía que sentir, era todo tan confuso, tan repentino.

Necesitaba urgente de Park Jisung.

Oh, Park Jisung.

Suspiré al recordarlo, me tenía tan loca. ¿Cómo pudo? ¡Dios!

Sonreí al recordar que él me iba a acompañar a la casa de mi papá para que yo pueda estar más tranquila y no tan nerviosa.

Tenía miedo de lo que podría avecinarse, era todo nuevo para mí, ya no viviría en Seul, mi papá vive muy lejos de aquí. Bah, exagero, no tanto, pero sí lo suficiente como para que me tenga que esta cambiar de colegio, por lo que este será mi último año en la escuela en la que hasta el día de hoy estoy.

Tampoco iba a ser tan difícil adaptarme, no perdería mucho, solo a Park Jisung.

Y eso era a lo que más temía.

A los cuatro locos con los que me juntaba, ya no me importaban mucho, eran algo de lo que ya no tendría que preocuparme de despedir.

Pegué un salto al escuchar otro objeto rompiéndose.

A ver, sé que podría ser algo horrendo perder a tus hijos pero, ¿Qué ella no se está peecatando del escandalo que está haciendo? ¿Cómo quiere criarme así?

Ese golpe me hizo mirar para arriba, hace unos segundos atrás miraba al suelo, por lo que al levantar mi vista me hizo ver toda mi habitación. Todo estaba ordenado, cosa que era algo obvio ya que toda mi ropa estaba metida en las maletas negras que me regaló mi papá para que tranquilamente pueda ir a su casa sin necesidad de poner diez bolsas grandes de plástico.

Un golpe en la ventana me hizo salir de mi nostalgia por los recuerdos que había vivido en en esa habitación y miré sorprendida al individuo que intentaba entrar.

¿¡PARK JISUNG SE TIÑÓ EL PELO!?

Oh Dios ¡DAME LA FUERZA NECESARIA PARA NO COMERLO A BESOS! Y de paso quiero chocolate.

Tengo hambre.

Me levanté rápidamente, me preguntaba por qué no había entrado por la puerta de abajo, pero los llantos de mi madre me recordaron el pequeño detalle.

— Wow —Exclamé al abrirla ventana y tenerlo frente a mí—, con que te cambiaste el color.

— Me interesa muy poco si no te gusta. —Me aclaró divertido.

— No tranquilo, me parece genial.

Jisung me había dado el dato de que en su vida las chicas con las que se junto en una relación terminaban por el simple hecho de querer controlarlo todo. Una no para de preguntar por su vida privada y cuando él no respondía se ofendía y no le hablaba por que, según ella, era su novio y tenían que contarse todo. Otra le gustaba manejarlo de manera que si él quería hacer algo y ella decía que no no se hacía, pero si él no quería hacer algo pero ella sí se tenía que hacer.

Por lo que, comprendía, no era lindo eso, tú tienes una vida privada, tienes derecho a guardar secretos, a querer estar solo en momentos en los que, según los demás, son los que más apoyo y compañía tenés que tener.

No tienes que dejar que nadie tome decisiones por ti, es lo peor que puedes hacer, te vuelves tan dependiente de lo que dicen los demás que cuando se vayan ya no sabrás que hacer.

— ¿Éstas bien? —Consulta Jisung mirando todo lo que tenía a su alrededor.

Yo suspiro.

— Sí —Respondo—, obviamente tengo mis nervios pero... Me alegra que estés conmigo.

El joven me sonríe, yo le correspondo y una bosina suena.