⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔

Capítulo 15

Aún estaba pensativa, sabía que no era una buena idea meterme con Jisung. ¿Pero una acosadora? Jamás me lo imaginé. Bah, bueno lo confieso. Sí llegué a pensar que tenía acosadoras, pero no de tanta magnitud como la joven de la cual me habló el rubio.

Kim YongRa, ese era el nombre de la muchacha que le hacía la vida una pesadilla al joven Park Jisung. Su locura por él llegó a tal punto de haber creado falsos rumores de su persona con el fin de que nadie se le acercara. Pero, al parecer, esos cuentos que ella inventaba no lograron su cometido, convirtiendo a Jisung no solo en algo que jamás tuvo que ser sino también en uno de los chicos más populares de la secundaria.

Era sorprendente su posición al chico.

Al notar que chicas se le acercaban no solo a hablarle sino también a coquetearle, su creatividad creció, creando rumores de todo aquél que se acercaba al chico malo hasta tal punto que lo hacía también con las profesoras.

"Es muy puta."

"No sabe cerrar las piernas."

"Tiene muchos piojos."

"Folló con el profesor de educación física. Por eso se saca buenas notas sin hacer nada."

"Ella te puede utilizar."

"No sabe lo que es el amor, solo es una noche y ya."

Cerré fuertemente los ojos. Era espantoso y sorprendente todo lo que se atrevía a hacer por una simple persona. Le hacía mierda la vida de muchas jóvenes por estas cosas. Varias de las chicas se cambiaron de escuela ya que algunas no podían aguantar las burlas, miradas y malos comentarios.

Pero a ella solo le importaba una cosa, y eso tenía apellido y nombre.

Siendo sincera, tenía miedo. Ya había empezado con que yo y el hicimos sexo en el cuarto del conserje, ¿Podría llegar más lejos? Seguramente. No mentiré; apuesto todo por que ella me hará la vida un infierno, o tal vez el infierno sea más lindo.

Cansada de todo; de los rumores, exámenes, peleas de mis padres y Park Jisung; cierro los ojos sumergiéndome en la música que salía de mis auriculares a todo volumen. Tenía entre mis manos mi celular y lo sujeté fuerte.

Esto de tener tantos problemas juntos me estrasaba.

Mi posición sentada en el sueve césped y apoyada en un árbol era cómoda, por lo que no tenía ningún inconveniente en éste tema.

Ya era tarde, por lo que muchas personas en el parque no había y eso me relajaba, por lo menos no me robarían nada, o eso espero yo.

Tenía pensado comprarme un helado, de limón y frutilla. Había traído plata por si las dudas de alguna emergencia; y ésta lo era. Tenía mucho hambre y en casa no hay helado por culpa de papá.

Hace uno mes atrás, papá había decidido comenzar a hacer dieta, y cuando alguien hacía dieta, todos lo teníamos que hacer. Por lo que en casa ya no se podrá comer tantas cosas ricas como antes.

Adiós chocolates grandes, hola chocolates pequeños y sin azúcar. Adiós pizza, adiós fideos, adiós ramen, adiós golosinas. Hola pescado y verdudaras.

Que dolor.

Ésta era una de las pocas oportunidades en las que podía comer algo que me gustara, y tenía que aprovecharlo. Pero estaba muy cómoda.

Bufo rindiendome a mi comodidad y, mediante quejas, voy levantándome. Al estar de pié veo a mi alrededor y, como suponía, no había tantas personas.

Me dirijo a la heladería que estaba al frente del parque. Sería un delito un parque sin una heladería cerca, según yo.

Verdaderamente esto de estar afuera muy tarde era extraño para mí. Mayormente me la paso en mi habitación después y antes de la escuela y solo salgo cuando mis padres me lo ordenan. Creo que le puso un poco feliz a mi mamá el hecho de haber salido por mi cuenta.

No sé, seguramente.

También yo estaba más tranquila sabiendo que no tendré que escuchar sus peleas, por lo menos, por ahora.

Tenía la idea de que su relación ya no estaba funcionando y que se estaba volviendo tóxica, lo único que los mantenía juntos soy yo. Sinceramente prefiero que se separen a que sigan discutiendo, no solo se dañan a ellos mismos sino también, y especialmente, a mí, la que escucha sus discusiones todos los días.