Suspiro de alivio cuando escucho como la estruendosa campana empieza a sonar dando paso al alboroto por parte de los alumnos. El recreo había empezado.
El trabajo práctico terminó muy bien. Me siento mal por que JiSung hizo la mayor parte del trabajo por el simple hecho de que yo no entendía; pero en serio necesitaba la nota.
Me preguntaba con era que JiSung sabía tanto del idioma; traducía TODO, hasta lo innecesario. Parecía un chino de píes a cabeza, pero no lo era.
Esperé a que todo el escándalo terminara, verdaderamente después de todo lo sucedido estos días no era muy sano para mí estar pegada a tantas personas.
Me levanté de mi lugar pensando a que lugar podría ir, no quería ir al patio, ¿Será que podré ir al cuarto del conserje? Supongo, mientras nadie me descubra.
Pero todo pensamiento fue reemplazado por alteración al sentir un fuerte tirón de mi brazo derecho, obligándome a caminar admirando solamente una espalda, pero era obvio de quien se trataba.
Llevándome hacia el lugar por el cual pensaba esconderme el joven Park JiSung me mete al cuarto, cerrando la puerta tras suyo después de que él entrara.
Mis miedos salienron a flote cuando rápidamente se acerca a mí, provocando que diera pasos a la misma velocidad marcha atrás. Ahogué un chillido al sentir como casi me clavo uno de los tantos palos que habían en el lugar, agache la cabeza cerrando fuertemente los ojos; en verdad me lo había dado muy fuerte.
En un movimiento inesperado JiSung agarra fuertemente los costados de mis brazos y me lleva contra la pared, haciendo que mi espalda se chocara contra ésta de un manera muy brusca.
Las manos de JiSung viajaron hasta los lados de mi cabeza, manteniéndome acorralada y muy cerca tanto de mi cuerpo como de mi cara, especialmente de esta última.
Lo miraba a los ojos al igual que él a mí, mientras que en su mirada se reflejaba seriedad de seguro en la mía brillaba el miedo.
— Dime —Dice de manera viril dando una pausa, su aliento a menta choca contra mi rostro volviendome por un momento loca— por que mierda no viniste ayer.
¿Estará enojado por no haberle dicho el por que de mi ausencia ayer? ¿Tanto drama por eso?
Su voz varonil de naturaleza sonaba autoritaria, volviéndose ante mis ojos aún más dominante.
— No tiene im...
— ¡Sí lo tiene! —Dice muy alto, haciendo que pegue un pequeño salto de la sorpresa. ¿Por qué actuaba así? — Por lo menos sí para mí. Ahora dímelo
Bajé mi mirada a mis zapatillas, ¿Por qué no podía mantenerle la mirada como otras tantas veces?
Pienso seriamente en si contárselo o no. Era muy obvio que no me iba a dejar salir hasta que se lo diga, pero lo que temía era que tal vez me largue a llorar; este tema era muy delicado para mí.
¿Valdrá la pena contarle? Para ser sincera lo que yo necesitaba en estos momentos era a alguien que me apoye y sea mi hombro para llorar, ¿Él podrá hacer ése papel?
— ___ —Habla amenazante, veo como sus manos se apoyan en mis mejillas levantando mi mirada, su rostro estaba muy cerca mío, me puso nerviosa—, hablá.
No lo quería ver, me ponía demasiado nerviosa ver que estaba muy cerca mío.
Pero todo rastro de miedo y nerviosismo se esfumaron para que la sorpresa apareciera, al sentir como sus suaves y tentadores labios impactaban suavemente contra los míos, empezando un beso sin movimiento.
Quedé estupefacta, no me esperaba eso. Ni siquiera me lo imaginé.
Aunque ninguno diera alguna señal de querer empezar con el lento movimiento el beso seguía, el quieto al igual que yo. No podía cerrar los ojos por la sorpresa, pero él los mantenía cerrados, parecía que disfrutaba del momento; pero no me quiero hacer ilusiones.
JiSung se separa lentamente dajando mi rostro libre y volviendo a la posición inicial. Acorralándome.
— Dime. —Exigió pero ahora más tranquilo.
Suspire derrotada. Solo espero no sacar lágrimas.
— Mis papás —Empiezo agachando ligeramente la cabeza—, estos últimos días han estado discutiendo mucho y ayer pelearon a la mañana; mi mamá me dijo que no fuera a la escuela.
No quería verlo a los ojos, no quería.
Recuerdos de sus peleas aparecían en mi mente, haciendo que mis ojos se cristalizaran de inmediato. No quería llorar, pero al parecer aunque advirtiera a mí misma, no podía menejar mi cuerpo.
Sus brazos me rodearon después de unos minutos, al ser más alto que yo apoyó su mandíbula sobre mi cabeza. Yo, con toda la timidez que podía, comencé a deslizar mis manos hasta dejarlas quietas y apoyadas sobre su cintura.
El silencio no era incómodo, extrañamente no estaba nerviosa y empecé a llorar en silencio. Las lágrimas caían pero yo no emitía ningún sonido, pero oculté mi rostro en su pecho para que él no viera mis lágrimas caídas; no me importaba manchar su remera.
Sentía como con su mano empezó a acariciar mi cabello con toda la delicadeza que podía.
Era un momento extraño, pero relajante.
Que me traerá muchos problemas.
ESTÁS LEYENDO
⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔
Fanfic→ NO LEAN ESTA COSA ES HORRIBLE. ← Las apariencias engañan.