⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔

Capítulo 21

La llamada seguía en espera, era la segunda vez que intentaba contactarme con mi prima para poder desahogarme con ella. Pero no me contestaba.

Ya me encontraba en mi casa, encerrada de mi cuarto como en los últimos días. Me habían dejado demasiada tarea pero por suerte los exámenes eran la próxima semana por lo que tenía tiempo para poder estudiar un poco las materias con pruebas; creo que solo eran cuatro.

Ya, rendida ante la segunda llamada, corto y vuelvo a intentar que me conteste. En serio tenía que charlar con ella, lo necesitaba.

— ¡Carolina! —Chille felíz.

— ___ —Dice angustiada—, perdón por no haberte contestado, estaba en el baño.

— Que asco —Digo asqueada, demasiada información—, tengo que hablarte.

— ¿Es muy urgente? —Consulta.

— Sí —Respondo—, demasiados problemas por una semana.

— Bueno, ___, cuéntame. Que eso es por lo único que me llamas. —Bromea, pero no me dió gracia, ya me había puesto seria para la explicación.

— Primero y lo más corto —Creo yo, es el tema menos extenso—, mi papá no es mi papá en realidad.

— ¿Qué? —Preguntó atónita.

— Mi papá es estéril...

— A la mierda. —Exclama aún sin salir de su asombro.

— Además lo escuché, así que no soy huérfana ni nada por el estilo.

— Tu mamá le fue infiel a tu papá. —La escuché susurrar.

No sabía si darle unos minutos para que pueda aclarar sus pensamientos o seguir con la charla, parecía muy sorprendida por mi reciente notícia que hasta susurraba para ella misma en medio de una llamada telefónica.

Preferí darle dos minutos, ella seguía balbuseando palabras que se referían a lo mismo; y no la culpaba. Mi mamá siempre a sido como el "ejemplo" de la família; una adulta hermosa que le sonreía a la vida con un esposo trabajador que la amaba y muy felíz. ¿Quien hubiese imaginado que tras esa brillante sonrisa se ocultaba un oscuro secreto? O tal vez varios, quien sabe.

— Cuentame lo otro. —Ordena más calmada.

— ¿Recuerdas a Park Jisung? —Consulto.

— Claro, ¿Ya se casarán...?

— Me enamoré de él. —Declaro apartandome el celular de mi oreja para no aturdirme con el griterío que mi prima estaba haciendo.

— ¡LO SABÍA! ¡SOY TREMENDA! —Gritaba cual loca. No la detendría después de la trágica noticia que acababa de darle algo de felicidad tendría que darle.

Yo, mientras tanto, me reía de su reacción. Aunque ya me esperaba esto.

¿Hace cuanto no me reía así? Tal vez estar con la persona indicada me hiciera sentir un poco felíz.

— ¿Y? ¿Y? ¡Cuentame más! —Gritaba cual chismosa.

— Tiene una acosadora.

— Jodeme. —Dice al instante.

— Claro que no te estoy jodiendo. Y está re loca.

— ¿A qué punto?

— Hizo un rumor de que Jisung y yo hicimos el sexo —No follamos— en el cuarto del conserje.

— Okey, esto es grave —Dijo sorprendida y un tanto preocupada—, necesita urgente un psicólogo.

Su comentario me dio gracia al igual que a ella. No podía decir con exactitud si requería eso, tal vez sí o tal vez no. No me gustaba decir esas cosas de la gente tan enserio.

— Y bueno, no sé si Jisung siente lo mismo que yo —Lo pensé un poco—. Ya me ha besado pero...

— Alto —Me vuelve a interrumpir—, ¿Que tú y él qué?

Mis expresiones cambian a una de sorpresa. Se suponía que tuve que haber pensado en mis palabras he hice todo lo contrario.

— Sí. —Fue lo único que dije. ¿Qué podía decir? No era mentira. Ya lo había dicho.

— De las cosas que me entero en minutos, ¡Dios! —Exclamó divertida.

— Pero no te emociones —Le advierto—, solo eso, nada raro.

— Eso espero, no quiero ser madrina tan pronto. —Bromeó.

— ¿Y quién te dijo que serías la madrina?

Y así, durante todo el día, anduvimos charlando y bromeando. Que lindo es volver a reír, tantas cosas, tantos problemas. Era hora que una brillante sonrisa se plasmara en mi rostro.

Solo esperaba que mañana sea igual.